La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, recibió hoy a su homólogo egipcio, Mohamed Mursi, quien inició así las actividades oficiales de su primera visita a Brasil y a un país de América Latina.
Mursi pasó revista a tropas del regimiento de los Dragones de la Independencia, un cuerpo histórico responsable por la seguridad de la Presidencia brasileña desde el Siglo XIX, y subió una rampa que conduce al primer piso del Palacio de Planalto, donde saludó con sobriedad a Rousseff.
Los presidentes escucharon los himnos de ambos países y luego se dirigieron al despacho de Rousseff, para una reunión privada en la que discutirán diversos asuntos económicos y comerciales bilaterales y analizarán la agenda global, con énfasis en los conflictos en la zona de Oriente Medio.
Se trata de la primera visita de Mursi a Brasil y a un país de América Latina, y según adelantó en una entrevista con Efe en El Cairo, uno de sus objetivos es plantear el interés de Egipto por ingresar al foro BRICS, que integran Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica, cinco de las principales economías emergentes del mundo.
Según el programa oficial, después de la reunión privada, Mursi y Rousseff ofrecerán una declaración a la prensa y luego compartirán un almuerzo en el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Tras su entrevista en Brasilia con Rousseff, Mursi viajará a Sao Paulo, el corazón financiero e industrial del país, donde mañana tiene previsto reunirse con autoridades locales, empresarios y representantes de la comunidad árabe de esa ciudad. EFE