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Los terremotos artificiales, un subproducto de ciertas perforaciones de alta tecnología, provocan menos temblor y en general son 16 veces más débiles que los terremotos naturales de la misma magnitud, de acuerdo con un estudio federal conocido el lunes.
La gente que siente el movimiento telúrico provocado por los sismos inducidos —aquellos provocados por la inyección profunda de agua en el subsuelo— dice que el temblor es significativamente menor que el experimentado en un terremoto natural de la misma magnitud, de acuerdo con un estudio de la geofísica Susan Hough, del Servicio Geológico de Estados Unidos.
Sin embargo, la distancia influye en esta sensación. Para las personas que se encuentran a 10 kilómetros (seis millas) de la falla, los temblores naturales y artificiales provocan sensaciones bastante parecidas, añadió.
Hough estudió temblores artificiales y naturales de magnitud similar en el centro y este de Estados Unidos de 2011 a 2013, y comparó la magnitud registrada con la sensación expresada por la gente en una encuesta del Servicio Geológico realizada a través del internet. Dijo que si bien los dos tipos de temblores tienen la misma magnitud registrada por un sismógrafo, las sensaciones expresadas por la gente eran muy distintas.
La sensación provocada por un temblor artificial era en promedio equivalente a la de un sismo natural de magnitud 0,8 menor. Por lo tanto, un temblor natural de 4,8 provocaba la sensación de uno natural de magnitud 4, dijo Hough. La escala empleada por el Servicio Geológico y otras instituciones es matemáticamente compleja, pero una caída de 0,8 en la magnitud se traduce en una fuerza o energía liberada 16 veces menor.
A veces la diferencia es aún mayor. Hough dijo que un temblor artificial de 5,3 en Trinidad, Colorado, en agosto de 2011 se sintió como un temblor natural de 4, o sea 90 veces más débil, de acuerdo con miles de respuestas a la encuesta electrónica. El estudio, publicado el lunes en el boletín de la Sociedad Sismológica de Estados Unidos, estudió temblores en Oklahoma, Colorado, Arkansas, Texas y Ohio. Incluyó un temblor de 5,7 en Prague, Oklahoma, en agosto de 2011 que dejó dos heridos y 14 viviendas dañadas, y que provocó la sensación de un temblor natural de magnitud 5,1.
"El peligro de estos terremotos es menor de lo que uno esperaría", dijo Hough. "No es que no haya peligro, simplemente es menor de lo que uno piensa".
2014-08-25