Un nuevo tornado tocó tierra hoy en las inmediaciones de Oklahoma City dejando al menos dos muertos y 50.000 personas sin suministro eléctrico en las inmediaciones de la ciudad, donde hace dos semanas 24 personas fallecieron a consecuencia de una tormenta similar.
Las autoridades hallaron los cuerpos de una mujer y su bebé cerca de un coche que había sido golpeado por la tormenta en una de las carreteras cercanas a la urbe.
El Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. emitió una emergencia de tornado para el área metropolitana Oklahoma City, así como para la localidad de Moore, situada a las afueras y donde mayor impacto causó el tornado que tuvo lugar a mediados del mes de mayo.
Las autoridades cerraron el aeropuerto local, que más tarde se quedó también sin luz, y elevaron una alerta de emergencia para la ciudad.
La página web del aeropuerto explicó que los pasajeros han sido trasladados a los túneles subterráneos y que se han cancelado tanto los vuelos de llegada como de salida.
La Patrulla de Carreteras también solicitó la evacuación de la Interestatal 35 y la Interestatal 40, donde ya se han reportado varios motoristas heridos y algunos desaparecidos.
Además de la alerta emitida para Oklahoma City, también se han elevado estados de emergencia para las ciudades de Tulsa y San Luis, también en el estado de Oklahoma.
El tornado que azotó la zona hace unos días, que alcanzó la categoría más alta, EF-5, arrasó unos 27 kilómetros a las afueras de Oklahoma City, destruyendo edificios enteros, dos colegios y un hospital en apenas 50 minutos.
Las autoridades locales han estimado las pérdidas provocadas por el tornado entre 1.500 y 2.000 millones de dólares y calculan que haya unos 36.000 ciudadanos afectados y 1.200 casas completamente destruidas. EFE