EFE
Un policía murió y otros dos resultaron heridos hoy en un ataque de pistoleros contra una base policial en una favela del centro de Río de Janeiro, ciudad brasileña en la que se han registrado en lo que va de año 118 asesinatos de agentes, informaron fuentes oficiales.
El ataque ocurrió hacia las 6.00 hora local (8.00 GMT) de este domingo en la favela Morro da Providencia y tuvo como blanco una Unidad de Policía Pacificadora (UPP), una de las bases policiales permanentes con las que el gobierno de Río de Janeiro intentó expulsar a los narcotraficantes que controlaban las principales barriadas de la ciudad antes de los Juegos Olímpicos de 2016.
La víctima fue el sargento Vitor Aleixo de Oliveira, que fue enviado como refuerzo para ayudar a los policías que eran atacados en la UPP y recibió un disparo en la cabeza. El suboficial alcanzó a ser llevado con vida a un hospital pero no resistió a las heridas.
Los dos agentes de la Policía Militarizada que estaban en la base en el momento del ataque sufrieron diferentes heridas, uno en la cabeza y otro en un brazo, e igualmente fueron conducidos a hospitales, en donde su estado fue declarado como estable.
En el tiroteo también quedó herido un habitante del Morro da Providencia impactado por una bala perdida en un tobillo.
Da Oliveira se convirtió en el policía número 118 en ser asesinado en Río de Janeiro en lo que va del año, una lista que incluye desde un coronel que comandaba todo un batallón y que fue tiroteado el mes pasado en un intento de asalto.
Según estadísticas de criminalidad divulgadas este mes, el año pasado fueron asesinados en todo Brasil 437 policías, un número en un 17,5 % superior al de 2015.
Esta mañana también se registró un ataque de pistoleros contra la UPP, en el que no hubo heridos, en Cidade de Deus, una favela en la zona oeste de la ciudad, que se hizo famosa por una película del mismo nombre que aborda la violencia en las guerras entre bandas rivales por el control del tráfico de drogas en Río de Janeiro.
Las UPP fueron instaladas desde 2008 en algunas de las favelas más peligrosas de Río de Janeiro para intentar expulsar a los narcotraficantes que imponían su ley en las barriadas pero, tras dar resultados en sus primeros años y reducir los índices de criminalidad, perdieron su eficacia con el regreso de los pistoleros en el último año.
La crisis de seguridad en la región obligó al Gobierno del presidente Michel Temer a enviar 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas para reforzar la seguridad en Río de Janeiro, con la perspectiva de que permanezcan allí hasta finales de 2018.
2017-11-12