AFP
A punto de vivir su día de "gloria", los habitantes de La Tirana rindieron pleitesía a su virgen con una procesión que terminó con vista al mar en Iquique. Allí el papa Francisco entronizará el jueves la imagen de María en ‘reina y madre’ de Chile.
Un cristo crucificado en la plaza del pueblo fue testigo del inicio de un ritual que tuvo en el centro de la escena un baile ‘chino’ –típico del norte chileno. Entre brincos y estridentes sonidos de instrumentos de viento, una treintena de personas vestidas con coloridos trajes lideraron la marcha que llevó a los fieles a las puertas de la iglesia.
Más bailes, cantos y rezos de los devotos se adueñaron del templo de madera para iniciar el recorrido de la virgen esculpida en yeso de más de 1,80 m de altura. Un viaje de unos 70 kilómetros que unen La Tirana con Iquique, donde será coronada en la última misa del papa en Chile, antes de seguir viaje a Perú.
"Ilusiona lo que va a hacer Francisco, si es verdad que será de gloria" para el pueblo de poco más de 1.000 habitantes, comentó a la AFP Francisco Cuevas.
A sus 82 años y acompañado por su mujer que se moviliza en silla de ruedas, Cuevas celebró la decisión del líder de los católicos de coronar a la imagen que su pueblo venera como virgen del Carmen –patrona de Chile-, completando un ritual católico que reconoce la devoción popular.
Un orgullo compartido por la población del modesto pueblo, anclado en medio de las ocres montañas del norte chileno, que sobrevive ajeno al desarrollo comercial e inmobiliario que en las últimas décadas transformaron a Iquique en el puerto y zona de libre comercio más importante de la región.
– Esperando a un papa "humilde" –
Aunque La Tirana hubiera sido el mejor escenario para la visita del papa al norte de Chile, los devotos del pueblo reconocen que la coronación tendrá el sabor especial de que lo habrá hecho el primer papa latinoamericano.
Para Liliana, de 67 años, el argentino "es un hombre humilde y por eso su mensaje llega más adentro del corazón".
Una cercanía desde lo más alto de la Iglesia católica que es compartida por Patricio Flores, un empleado de 48 años que integra el cuerpo de baile.
"Los pueblos religiosos estamos conformados por mucha gente humilde, gente con enfermedad, gente que se mantiene (…) bailando con mucha fe y eso es lo que fortalece, sana nuestro espíritu y nuestra alma", dice con orgullo Flores.
Energía que transforma a la fiesta de La Tirana en julio de cada año en uno de los puntos altos de la agenda del norte chileno, congregando a miles de fieles y turistas locales y extranjeros que se suman a la celebración.
Pero no todo es fiesta en una región de Chile con importantes contrastes y gran flujo de migrantes, en especial bolivianos, peruanos y colombianos. Con la mira en esa realidad, el papa dará el jueves en la playa Lobito un mensaje a esa población vulnerable.
"Su mensaje va a llegar en lo profundo. A nosotros como ser humano nos ha costado mucho asumir esto de aceptar a los inmigrantes, pero a medida que pasa el tiempo lo hemos ido aceptando y reconociendo con nuestros hermanos", reflexiona Flores.
Iquique será la última parada del papa en Chile en su sexta gira por Latinoamérica que proseguirá en Perú.
En suelo chileno el argentino enfrentó apatía, manifestaciones y críticas por los abusos cometidos por sacerdotes, protestas que hasta este miércoles parecían ajenas a Iquique.
2018-01-17