La exposición "Teotihuacan. Tres pirámides en el paisaje ritual", que abrirá sus puertas el viernes en el Museo del Templo Mayor de Ciudad de México, mostrará a través de 89 piezas arqueológicas la traza urbana de esa imponente urbe prehispánica.
Teotihuacan, ubicada unos 50 kilómetros al noreste de Ciudad de México, fue capital de la cultura teotihuacana (150 a.C- 650 d.C.) y uno de los más importantes sitios de la América precolombina, con una población de hasta 200.000 personas en 23 kilómetros de extensión.
"Fue la primera urbe en Mesoamérica donde se construyeron estructuras y edificios públicos de carácter monumental", dijo hoy en un recorrido con medios de comunicación Alejandro Sarabia, curador de la muestra.
Los objetos seleccionados datan de entre los siglos I al V d.C y pertenecen a ofrendas funerarias. Entre ellos hay collares, vasijas, estatuillas o cuchillos de materiales como obsidiana, piedra verde, concha, alabastro, andesita u ónix.
Fueron recuperados en distintas excavaciones arqueológicas, realizadas entre 1905, cuando iniciaron las exploraciones, y la actualidad, en los tres edificios más significativos de Teotihuacan: las pirámides del Sol y de la Luna y el Templo de la Serpiente Emplumada.
Una de las piezas más significativas es una máscara tallada en piedra verde, con ojos de concha y pirita, de 1.900 años de antigüedad.
Su hallazgo es relevante porque "por primera vez se encuentra un objeto así en un contexto confiable en Teotihuacan, es decir porque aparece donde se dejó originalmente", explicó Sarabia, director de esta zona arqueológica, la más visitada de México.
La muestra se presentó entre fines de 2012 e inicios de 2013 en el museo de sitio de Teotihuacan, que significa "ciudad de dioses" en náhuatl, nombre que le dieron los aztecas.
También se complementa con videos e ilustraciones que enriquecen los descubrimientos, mismos que, según los arqueólogos, han cambiado el conocimiento que se tenía de esta mítica ciudad, de la que se desconocen las causas de su misteriosa desaparición en el siglo VII.
Sarabia y el arqueólogo japonés Saburo Sugiyama, co-curador de la exhibición, seleccionaron materiales que mostrarán la función que tuvo cada uno de los tres edificios de la ciudad, cuya planificación se basó en un trazo perpendicular orientado a la puesta del sol.
Hasta febrero de 2014 el público podrá conocer esta relación en lo que fue el Templo Mayor de la antigua capital azteca, que "tuvo una influencia ideológica muy fuerte de Teotihuacán, aunque hubo muchos siglos de diferencia entre ambas y sus pueblos nunca se conocieron", dijo Sarabia. /DPA