2001.com.ve | EFE
Emigrar en circunstancias tan difíciles, prácticamente huyendo, por millones y en tan corto tiempo, le da un matiz especial a la situación de los venezolanos en el exterior. Rápidamente se han hecho notar por la forma de ser, por lo trabajadores y preparados y por el hecho de que a donde van se agrupan, en una necesidad imperiosa de no sentirse tan lejos de casa, lo que hace que tiendan a relacionarse más con sus connacionales bien sea como amigos, socios o parejas sentimentales.
En países con lamentables brotes de xenofobia como en el caso de Perú, tales agrupamientos son criticados por considerar que agravan la problemática, puesto que las redes de apoyo son vistas como una forma de excluirse y de no hacer demasiados esfuerzos por integrarse al país que les da acogida. Pero algunos migrantes más bien lo ven como una consecuencia de las agresiones sufridas, al ser metidos en el mismo saco con unos pocos delincuentes que también se han vuelto parte de la diáspora criolla, con sus prácticas ilícitas.
"No es asombroso que los venezolanos se junten desde todo punto de vista afuera, como amigos, socios, parejas y no debe justificar xenofobia. Hay una cosa que es normal, los inmigrantes que llegaron a Venezuela crearon clubs donde socializaban y se casaban entre ellos, los españoles abrieron el club canario, el gallego, el asturiano y el vasco, los italianos el Club Italo Venezolano, los portugueses la casa portuguesa y eso no fue problema nunca, porque son las mismas costumbres las que se comparten, vínculos familiares o debido a que provienen de la misma zona de un país, no es extraño ni negativo, es perfectamente válido", expresó el sociólogo Francisco Coello.
El también profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), destacó que no es nada extraño que los inmigrantes se establezcan en el país de destino y respalden a los que vengan llegando después en cuestiones como un hospedaje temporal, conseguir empleo o incluso una mano para levantar un negocio tal como pasó con los extranjeros que pisaron suelo venezolano en las décadas de los 40, 50 y 60.
"Venezuela era un país con una población pequeña y con un crecimiento económico que hacía que absorbiera rápidamente a todos los que venía de afuera, en cambio los venezolanos se han tenido que ir en unas proporciones inimaginables, han llegado de golpe a esos países que si bien están mejor que nosotros como Colombia, Perú, no están en una condición tan boyante y tan prometedora como la que tuvimos nosotros, es decir, su capacidad de absorber venezolanos es menor.
También la primera oleada de emigrantes era de clase media, profesionales o con preparación técnica o con empresas que trasladaron a otras latitudes, ahorita se trata de venezolanos que vienen de sectores vulnerables, de un sistema educativo destruido con poca formación, muchos de ellos no tienen herramientas para incorporarse al trabajo, diferente a los que llegaron aquí sobre todo canarios y portugueses que eran campesinos y llegaron a a las zonas agrícolas y aportaron al proceso económico, no es el caso de estas personas humildes que están emigrando últimamente”, aseveró Coello
Las condiciones varían según el país en el que se encuentren los criollos puesto que las culturas y las costumbres son diferentes . En Uruguay, Maoli Chacón, proveniente del estado Mérida en Venezuela, aseguró que se la hecho sencillo relacionarse con cualquier tipo de gente, cubanos, dominicanos,uruguayos y connacionales, puesto que sostiene, los habitantes del país suramericano son "súper receptivos", especialmente con los de nacionalidad venezolana.
"Sí hay grupos más que todo en redes sociales que sirven para pasar información, consejos, hablar de la situación del país y hasta reirse un rato con los chistes y las bromas propias de venezolanos pero en general he visto que la integración a este país se ha dado muy bien", dijo la joven ya con dos años en la nación suramericana.
Pero el corazón de Maoli sí escogió a un paisano. Lo conoció en Mérida mucho antes de migrar y primero fueron amigos. Ella salió del país antes, luego él y coincidieron en Uruguay en la búsqueda de lo mismo: reunir un capital para devolverse a Venezuela cuando las cosas mejoren. Hoy están a punto de casarse.
"Ocurre que las personas tienden a buscar grupos, gente que haya pasado por su misma situación, especialmente en el caso de venezolanos. Generalmente cuando se unen en grupos es para buscar una especie de orientación, claramente también compañía, pero sobre todo orientación de cómo integrarse por eso digo que la xenofobia no es generada por la creación de grupos", señaló la experta en migración Claudia Vargas.
Amores rotos
Kenia Oropeza está en Perú desde hace más de seis meses, es el segundo país latinoamericano que más criollos ha recibido, unos 900 mil, después de Colombia. Su experiencia no ha sido tan grata porque ataques de algunos ciudadanos de Lima por el solo hecho de ser venezolana la han llevado a relacionarse mayormente con compatriotas allá y muy poco con peruanos.
"Mayormente los venezolanos buscan a otros venezolanos para sentir apoyo, por la forma de ser que es tan nuestra, por estar acompañados, porque somos más abiertos, los peruanos son más cerrados y nos excluyen y agreden más que todo a mujeres que se dedican a la venta ambulante, pero igual estamos tratando de adaptarnos, de encajar a pesar que en los carteles donde se buscan empleados digan: no se aceptan venezolanos, porque ahora resulta que los culpables de todos los problemas de los peruanos somos nosotros. Sí es cierto que han venido delincuentes y cometido crímenes horribles como descuartizamientos pero no todos somos así ", comentó.
Kenia indicó que los grupos funcionan bien socialmente pero a la hora de trabajar, sobre todo en actividades informales como la venta de comida en la calle, no es conveniente para no restarse clientes entre sí. Aunque afirmó que así sea desde lejos procuran estar atentos a la hora de un incidente, pese a que a la hora de intervenir la policía es muy poco lo que pueden hacer para evitar por ejemplo que golpeen a algun compañero. Narró con pesar como una amiga que ofrecía arepas fue fuertemente golpeada por una funcionaria de seguridad mientras la instaba a volver a su país.
"Perú también es famoso porque mayormente a los venezolanos que llegan con parejas, con novios o casados les cae lo que llaman la maldición de Perú (ríe) y se separan, lo he comprobado por muchos casos que he visto, por el mismo estrés que implica llegar a un país que no conoces, por los gastos, la presión por lo difícil de conseguir trabajo, las mujeres encuentran más que los hombres, tener que pagar alquiler, todos los servicios, las largas horas, 12, 14, de trabajo. Luego en su mayoría cuando se estabilizan consiguen a parejas del mismo país. Son muy pocos los casos, pero también pasa que por conveniencia buscan a peruanos con dinero", contó.
Vargas expone como principales razones para unirse sentimentalmente en el exterior el intentar no sentirse tan lejos de la rutina en Venezuela, de sus tradiciones, de sus creencias, para poder encontrar un interlocutor con el que puedan intercambiar ideas de algo que es común y que es conocido para los dos.
"Los venezolanos que he conocido afuera es verdad que se relacionan mucho con otros venezolanos pero no exclusivamente con ellos, tampoco creo que los nativos de esos países perciban a los grupos de venezolanos que se han conformado como guetos a los que no les importa insertarse, pero eso varía según el país. En el caso de Perú claramente sí hay entre venezolanos un mecanismo de conexión más importante por todos los acontecimientos de xenofobia pero no es que una cosa genera la otra, o que porque nuestros compatriotas estén unidos generan xenofobia, lamentablemente ante los brotes de ataques cometidos por algunas personas se hacen redes de apoyo y eso no tiene nada de malo", puntualizó la socióloga.
2019-10-20
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