Deisy Martínez
No se ha apagado por completo un conflicto en un país cuando ya se enciende otro. América Latina parece arder por los cuatro costados por conflictos de diversa índole, desde políticos hasta reivindaciones sociales, pero con una raíz común, desde el punto de vista del experto en Historia de las Américas y profesor universitario, Alejandro Mendible. La atención del mundo ya no está centrada en Venezuela pero lo que ocurra en el resto de Suramérica, afirmó, repercutirá en el país.
¿Por qué conflictos en países latinoamericanos como Perú, Ecuador y Chile se están dando casi al mismo tiempo, cuál es el origen de esta situación?
Estamos en un proceso de transición muy violento en América Latina. Suramérica entró a principios del siglo XXI en un proceso de división de su tradicional espacio, pasó al espacio controlado por México con la mirada más hacia EEUU y por el Sur con Brasil de mayor influencia en correspondencia con el Ecuador de Rafael Correa, la Argentina de Néstor Kirchner y el Socialismo del Siglo XXI que proponía Hugo Chávez, pues eso se descalabró y hoy tenemos una recomposición mediante diferentes movimientos en Ecuador con el viraje de Correa a Moreno y detrás de eso el problema de la dependencia por la deuda externa.
En Chile el modelo liberal colapsó, el dejar todo al arbitrio privado sin mirar hacia la educación y la salud, antes de (Salvador) Allende era educación pública pero luego las universidades se privatizaron y se creó un problema social de accesibilidad, una separación entre el Estado y la sociedad.
¿Qué pasó con la apariencia de estabilidad de Chile?
Chile tuvo una recuperación económica muy sustancial pero el modelo liberal no tiene relación con el aspecto social, la población no se benefició de ese despegue económico, no es un Estado de bienestar, eso es lo que ha tenido que aceptar Sebastían Piñera y pidió perdón, ahora trata de establecer una alianza con partidos, la sociedad, para corregir esas fallas. Es un desfase entre las formas de legitimidad política de los países y las realidades económicas. Ya en este nuevo siglo hay un atropello de los períodos presidenciales y el presidencialismo ha dado pie al personalismo en diferentes países. El caso más claro es el venezolano, Chávez utilizó la presidencia para hacer cambios estructurales según su proyecto personal.
¿Los vientos de cambio soplan por América Latina pero no afectan a Venezuela?
Por ahora, lo que ocurre es que a veces no lo percibimos, creemos que no pero eso se va acumulando. En Chile sí se veía venir está explosión y ocurrió, el Estado liberal prosperó mucho pero el aspecto social no, son como movimientos sísmicos, es una energía que se acumula. Primero estuvo el modelo de Michelle Bachelet con tendencia socialistoide, es decir, socialista democrático y luego se pasó al de Piñera que es conservador de derecha, Piñera es más empresario que político y marcó la diferencia, dio prioridad al aspecto económico sobre lo social, pero tanto él como su antecesora estaban montados sobre la estructura creada por Augusto Pinochet que es un Estado liberal el cual pregona que ese Estado debe ser pequeño y no intervenir en la economía, mientras que en el resto de América Latina ha existido un Estado más social. Se decía que Chile estaba próximo a convertirse en una potencia mundial y bajo ciertos parámetros parece que así sería, pero en lo social estaba muy mal.
¿Usted cree que el Gobierno venezolano ha estado detrás de las manifestaciones en países como Chile y Ecuador como se ha acusado?
No creo, sería sobrevalorizarlo. Sí capitaliza intencionalmente los conflictos y le interesan, que haya mandado a uno que otro emisario también es verdad, que quisiera extender su modelo al resto de Latinoamérica a través del Foro de Sao Paulo también, pero no tiene una influencia tan grande como para desestabilizar a la región, no se puede decir que es el culpable de las manifestaciones.
¿Cree que Bolivia está copiando el modelo de autoritarismo instaurado en Venezuela?
Sí en cierta forma. Pero eso forma parte de un esquema, el comunismo en Rusia colapsó pero en América Latina quedó Cuba, cuyo modelo creado para enfrentar a los EEUU resistió pese a ser una isla pequeña, potenció la palabra nacionalismo a través de la figura de José Martí, pero no es el legítimo nacionalismo latinoamericano, Simón Bolívar y Martí tuvieron un nacionalismo para romper el yugo español.
Chávez usó el bolivarianismo con el mismo fin que el cubano para acabar con EEUU. Cuba no es democracia sino una dictadura y el caso venezolano es una variante, una neodictadura, es lo que estamos a punto de ver en Bolivia donde tienen que definir si siguen en democracia o se convierten en un régimen dictatorial más.
Hay que discutir realmente lo que se entiende por elecciones en estos países, cómo funcionan, por qué están siendo manipuladas, cómo es posible que haya elecciones en Bolivia y de golpe paran y hay un salto de un día para otro que no tiene explicación, la gente tiene derecho a reclamar y exigir respuestas.
¿Volverá el kirchnerismo a Argentina?
En Argentina el kirchnerismo está inmerso en lo que es el peronismo como una cápsula, si vemos la fórmula electoral que ofrecen es para eso, para llegar de nuevo al poder, los Kirchner están con Fernández (Alberto) falta ver si eso pasa y si logrado el objetivo van a dirimir sus diferencias porque Fernández no comparte el mismo modelo, o si será como Ecuador que Lenín Moreno rompió con Rafael Correa. También está el hecho de que cada vez se patentiza más que no hay una sola izquierda sino varias y un tipo es la que termina siendo dictatorial como Cuba que al final veremos si se democratiza. Miguel Díaz Canel es el presidente pero todo el mundo sabe que es una cosa más formal que real, detrás de él sigue estando un cúpula de poder muy fuerte. Aquí ocurre algo similar, no es solamente Nicolás Maduro es esa cúpula de poder que quieren convalidar, eso fue lo que ocurrió en la Unión Soviética y por eso colapsó, es el problema de los modelos cerrados.
¿Cuál es el panorama que observa para los próximos meses, seguiremos viendo una región convulsionada?
Parece que la convulsión continuará porque son procesos que se retroalimentan, lo que pasa en una parte repercutirá en la otra, lo que ocurrió en Ecuador alimentó el caso chileno y lo que está acumulado en ambos casos va a incidir en Argentina hoy domingo y así durante un tiempo hasta que se logren medidas más tranquilizadoras que logren las mejores condiciones posibles para las poblaciones, porque hay pensiones muy bajas, sueldos que no alcanzan para nada.
Pero deben darse cuenta que no pueden por si solos, de allí que las relaciones con el Banco Mundial se afianzarán por los préstamos que van a necesitar y así ocurrirá en nuestro país al salir Maduro, pero no pueden tomar medidas draconianas que afecten a la población. La evolución política en Latinoamérica de estas décadas se dio gracias al capital chino pero si no hubiera sido por esto desde hace tiempo habría habido implosiones en estos países, pero provocó que las crisis fueran cíclicas y luego vinieran los choques de los problemas sociales.
Con el capital chino, Lula pudo mantener el gasto público en Brasil y aplicar una política de cero hambre, pudo rescatar a 30 millones de la pobreza, cuando se retiró tenía 80% de popularidad, pero al reducirse ese gasto se incrementaron los reclamos sociales y ahora Lula está en la cárcel y volvieron los 30 millones de pobres, resultó una ficción, no era una economía real en la que el país creció por sí mismo, no había producción porque el Estado no tuvo iniciativa.
Aquí en Venezuela se acabó con muchas empresas, se golpeó fuertemente la economía ¿y cómo las sustituyó el Gobierno?, por nada y de allí las condiciones de pobreza que hay, pero el capital chino sigue siendo la base de sustentación del régimen venezolano. En Cuba han pasado 60 años y allí no hay nada que permita al país levantarse luego solo.
2019-10-26
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