2001.com.ve/ Efecto Cocuyo
Luz Mely Reyes
A las dos de la madrugada de este lunes aún líderes de la oposición sumaban votos. Estaban seguros de que llegaban a la mayoría calificada (112 diputados). Solo era cuestión de que sus candidatos en los circuitos peleados tuvieran las actas en mano. En una suite del hotel Altamira Village que sirvió de War Room, el cruce de llamadas y felicitaciones no se hacían esperar. Hasta allí llegaron Vicente Díaz- ex rector del Consejo Nacional Electoral, Enrique Márquez, ( Un Nuevo Tiempo), Julio Borges (Primero Justicia), David Smolansky (Alcalde de El Hatillo), Freddy Guevara (Voluntad Popular), Miguel Pizarro (Primero Justicia) entre otros conocidos y no tan conocidos artífices del más contundente triunfo de la oposición venezolana.
Apenas culminó la rueda de prensa colectiva que ofrecieron luego de que el CNE emitiera el primer boletín, Borges y otros corrieron a la suite. Debían reunirse para verificar actas. En la habitación de dos espacios se encontraron, mientras en la sala un sereno y confiado Márquez decía: Creo que podemos llegar a 117 o 118.
A Márquez lo que más le impresionó del triunfo fue el arrase de la oposición en al menos tres estados: para ese momento Nueva Esparta, Mérida y Zulia. Es un motivo para que el gobierno reflexione, comenta.
Al frente de él están sentado Smolansky y Guevara. A ambos les están llegando datos de otros estados. Uno dice: tienen que tener las actas e irse a la Junta Electoral.
Alguien comenta: cualquier minuto que pase nos pueden joder.
Por momentos voltean a ver la televisión. Más de una hora después de haber dado la rueda de prensa, Venevisión apenas emite unos segundos. En la pantalla colocan el insert como si estuvieran “en vivo”.
En este salón se empiezan a ver las claves de la victoria. Pese a sus diferencias, los líderes de Voluntad Popular, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Acción Democrática acordaron en la MUD una hoja de ruta, en agosto pasado, cuando ya persuadidos todos de que la unidad era la única vía, tomaron la decisión de ir con una tarjeta única a la elección y con un programa para sortear los obstáculos.
Así, la noche del 6D y la madrugada del 7D, Julio Borges y Freddy Guevara eran la imagen de la camaradería. No solo puertas afuera, sino también adentro.
Los datos siguen llegando: Valencia, Punto Fijo, Maturín, Guarenas, San Felipe, zonas de Táchira, de Lara ( especialmente de la montaña). Llamadas de distintas fuentes abundan.
El cuartel general
La Mesa de la Unidad Democrática escogió como cuartel general las instalaciones de un hotel de reciente data ubicado en la avenida Luis Roche, de Altamira. Desde el jueves 4 se instalaron en el Altamira Village no solo dirigentes, sino la sala de prensa y un innovador estudio de televisión que fue levantado en un salón de conferencias. Desde allí, la Unidad lanzó su artillería para romper el cerco comunicacional.
En una suite del piso 2 de este hotel, se estableció el cuarto de guerra. En los pisos 1, 2 y 3 había espacios para los dirigentes, invitados internacionales, periodistas que se fueron sumando a medida de que al final de la tarde, y aun con mesas sin cerrar, se manejaban algunas proyecciones por las encuestas a boca de urna.
En el piso uno funcionó lo que tal vez es la innovación más ambiciosa de un comando de campaña. Profesionales del periodismo venezolano, muchos de ellos extrabajadores de Radio Caracas Televisión y de Globovisión fueron artífices de un moderno estudio de televisión- con todos los perolitos- que se levantó en menos de una semana y que fue base para la apertura de un canal de Youtube con contenidos variados y de calidad. Desde allí emitieron entrevistas y cubrieron las ruedas de prensa de la Unidad, algunas de las cuales no fueron trasmitidas por la televisión, pese a que todos los medios, incluso VTV tenían equipos desplegados en la sala de prensa.
En ese espacio fue que empezaron a correr las noticias extraoficiales. Para las ocho de la noche, un feliz Andrés Velásquez daba cuenta del triunfo en Bolívar. Hasta allí llegó Miguel Pizarro, para fundirse en un abrazo con Armando Briquet, ex jefe de campaña de Henrique Capriles Radonski, también llegaron Lilian Tintori, Smolansky, Guevara, Borges.
El primero en decir que habían ganado la mayoría calificada fue Borges. Entraba a un ascensor y gritó: Ganamos la calificada… Y aun el CNE no informaba oficialmente.
En el piso 3 del hotel funcionó la sala de prensa. Se fue llenando desde la tres pm cuando se corrió la voz de los exit polls y del lado del oficialismo no había manera de negarlo. Para las 12: 40 de la medianoche había un enjambre de cámaras, grabadores, teléfonos que buscaban captar el momento del triunfo.
Aun con datos en manos, los voceros de la MUD no ofrecían información oficial. Muchos sonreían felices mientras iban y venían por los pasillos intrincados de este hotel.
Todavía faltaba por hablar oficialmente, cuando llegó un grupo que se mostró muy contento. De pronto en un amplio salón como un patio interno del hotel se sumaban Tintori, Carlos Tablante, Tamara Adrian, Mitzy Capriles de Ledezma y mas de cien personas que aplaudían a Tintori y a Guevara cuando celebraban con todos, puertas adentro, una victoria que aún no terminaba de convencer a algunos. Tamara Adrián decía en voz baja: Creo que ganamos 100 pero no quiero celebrar antes de que den los datos oficiales.
A Tintori la saludó con un gran abrazo, Julio Ayala, de la Internacional Socialista. Y ella, junto a Mitzy Capriles dijo: La ley de Amnistía es prioridad. Para ese momento, a eso de las 11 pm, Tintori aún no sabía a ciencia cierta si su esposo, Leopoldo López, había podido votar.
Mientras esto pasaba puertas adentro, en la sala de prensa llegaban mas y mas periodistas. Algunos dirigentes políticos de la vieja guardia, como Agustín Berrios comentaba: esto empezó un 6 de diciembre ( en alusión a 1998) y termina un 6 de diciembre.
Ganó el cambio
A eso de las 12: 30 am todos en la sala de prensa se aprestan a escuchar desde la pantalla las declaraciones de la rectora Tibisay Lucena. Mientras la funcionaria da vueltas en su intervención, muchos gritan en la sala, “termina de decirlo…”. Cuando declara lo que ya de este lado se sabia, se oyen las ovaciones de seguidores de la la oposición que habían también copado la sala.
Allí empezó el desfile: Entra Borges, Pizarro, Carlos Ocariz, Gerardo Blyde, José Guerra ( feliz muestra sus números y dice: Gané), Ramos Allup, María Corina Machado, Tintori, Caldera… mientras todos caminan en medio de felicitaciones hacia el podio, alguien descubre el nuevo mensaje del backing del set de prensa: ¡Gracias Venezuela, ganamos!
Varios minutos pasaron para lograr recomponer el ambiente, todos quieren tomar fotos, los camarógrafos atrás protestan, Borges intenta poner orden… Inicia una cadena el presidente Nicolás Maduro, pero ya nadie le escucha. Todos quieren que hable Chuo y los voceros de la Unidad.
Cuando Chuo termina de leer el comunicado único, hay un nuevo forcejeo.
Uno a uno empiezan a salir de la sala prensa. Cuando toca el turno a Borges se dirige al War Room. Y hasta allí llegan poco los demás dirigentes que evalúan cuantos votos faltan aun por sumarse para ese momento. Ya es más de la una de la madrugada.
La reunión como tal no se termina dando porque entran unos y salen otros. Se escucha fuera del hotel algo de música. Habían montado una modesta tarima en la calle, pero no había mas de mil personas celebrando. Algunos de los dirigentes bajan a saludar a los vecinos.
Chuo Torrealba es la estrella. Lo rodean, le preguntan, lo agarran algunos periodistas, recibe felicitaciones…
Habla de tomar la victoria con humildad, explica lo que pasó, adelanta que la cifra oficial de diputados puede escalar a 108 o más… Antes de irse a dormir nos comenta: Nosotros aprendimos, para llegar a una noche tan linda como esta ( un juego de palabras con la frase del célebre certamen Miss Venezuela) aguantamos muchos golpes, pero pudimos hacerlo porque hubo madurez y claridad en la ruta.
Torrealba recuerda que la ruta de la victoria se comenzó a transitar el 23 de enero de 2015, cuando los emblemáticos líderes opositores hicieron su declaración de unidad en un acto celebrado en el barrio El Morro, de Petare.
“Nos atacaron, nos despreciaron y nos subestimaron, pero el pueblo supo ver y actuó en consecuencia. Yo solo soy un pitcher emergente que pusieron a salvar un juego, y creo humildemente, que esta noche, se cumplió la misión”.
2015-12-11