Dicen que los antiguos brujos islandeses hacían pantalones hechas de piel humana, con el fin de atraer riqueza. En primer lugar, buscaban al posible donante (un moribundo), a quien convencían de donar su piel luego de fallecer. Después del funeral, el cuerpo era desenterrado, le despellejaban de la cintura para abajo… en una sola pieza, quedando igual que un par de medias.
Para completar el ritual, se suponía que el brujo debía robar a la viuda una moneda y ponerla en el escroto de las “medias” de piel humana. Vaya locura/ Dogguie
2013-07-30
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