Jesús M. Gambús A. | [email protected]
En un país en el que el papel moneda por una parte escasea, y por otra, poco o nada representa para las operaciones más elementales, hablar de criptomonedas pone a muchos en estado de alarma.
¿Qué es eso?, ¿con qué se come? No es fácil tratar de responder todas las incógnitas que derivan del bitcoin, el más popular de las más de mil criptomonedas que se abren paso por los medios digitales, incluso, muchos expertos en altas finanzas lo ven con cierto aire de sospecha.
Y la precaución parece haberles dado la razón, cuando hace solo una semana, el bitcoin, sufrió los efectos de la Ley de la Gravedad y se desplomó, al perder más de 20 por ciento de su valor.
Para tener idea de cuán duro ha sido el suelazo hay que recordar que un bitcoin costaba hace un año unos 800 dólares, y unos días antes del 17 de diciembre llegó a alcanzar un récord de $ 20.078.
La gota fría. La pérdida de valor del bitcoin ha caído como letra de vallenato en algunos venezolanos que invirtieron en él, en busca de una ganancia rápida, un refugio ante las desventuras del bolívar y una forma ideal de convertirlos en divisas, gift cards, o comprando bienes y servicios en línea.
Resulta que esa volatibilidad, una de las peores enfermedades que pueden tener las monedas, la descalifica para hacer transacciones y ser refugio de valor.
¿Cómo se gana? Hay solo dos formas de ganar dinero con los bitcoins, uno, comprándolos en internet, o dos, recibiendo recompensas a través de la minería de criptomonedas, es decir, recibiendo comisiones de las complejas operaciones hacen computadoras especiales.
Para cumplir con el primer paso, hay que ingresar a internet y buscar los sitios especializados donde se transan las operaciones. Una tarea fácil si se observa en que la publicidad de esos lugares abunda en las páginas web. Ejemplo: LocalBitcoins.
La segunda forma es adquiriendo el equipo especial y su respectivo software que realizan complejas operaciones matemáticas (entre 1.500 y 2.500 dólares por unidad ). No hace falta ser experto en manejo de computadoras.
Minería y electricidad. Como los equipos consumen mucha energía eléctrica, en parte por la utilización de sistemas de refrigeración hay un detalle a favor y otros en contra de los mineros venezolanos. El primero es el bajo costo de la electricidad por el subsidio oficial, el segundo, la deficiencia del servicio, y, el tercero, el riesgo de ser detenido por robo de energía, lo que les obliga a trabajar en la clandestinidad.
Criptosocialismo. Mientras la turbulencia con el bitcoin sigue en los mercados internacionales, el Gobierno dio un paso adelante este jueves y publicó en Gaceta Extraordinaria N° 6342 que un petro equivale a un barril de petróleo y tiene el respaldo de cinco millardos de barriles de petróleo del Bloque Ayacucho I de la Faja Petrolífera.
Y, por si fuese poco atractivo para los clientes potenciales, Maduro anunció que su proyecto tendría más respaldo con el oro y los diamantes del Arco Minero.
David Jaramillo, ingeniero en sistemas y emprendedor blockchain, cree que por ser “la primera vez que un país decide emitir un activo digital respaldado con recursos del mundo real, la expectativa es muy alta porque al tener un Estado detrás, habrá grandes cantidades de materias primas garantizando la emisión de la moneda, lo cual implica que la escala y el volumen de las transacciones que puede tomar el mercado es ilimitado”.
La otra cara de la moneda. Pero la idea del Gobierno se encuentra con una piedra de tranca.
Según el economista y diputado de la Asamblea Nacional José Guerra “no son enajenables las reservas petroleras”.
El parlamentario Elías Matta recordó también la violación al artículo 03 de la Ley Orgánica de Hidrocarburos vigente: “Los yacimientos de hidrocarburos existentes en el territorio nacional, cualquiera que sea su naturaleza, incluidos aquéllos que se encuentren bajo el lecho del mar territorial, en la plataforma continental, en la zona económica exclusiva y dentro de las fronteras nacionales, pertenecen a la República y son bienes del dominio público, por lo tanto inalienables e imprescriptibles”.
“El petro no es una criptomoneda”
La naciente criptomoneda venezolana, que entrará a la disposición del público en los próximos días, según el ministro de Comunicaciones, Jorge Rodríguez, no tiene los elementos clásicos de las mismas, según representantes del mundo financiero. Muchos coinciden en que el respaldo del bitcoin como de las otras fichas de canje que operan en los medios digitales es la confianza y no activos, bienes.
Por definición, las criptomonedas no están reguladas por los gobiernos, los bancos o los fondos de inversiones, y las comisiones de las transacciones son pequeñas, de allí su atractivo para los inversores y el común de la gente.
Algo diferente es lo que ocurre con el petro, sujeto a regulación del Observatorio del Blockchain en Venezuela, adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, según el Gobierno.
Para cerrar el punto, el economista, Luis Oliversos señaló que con la explica- ción del presidente Maduro lo confirma “el petro NO es una criptomoneda, es un simple título de deuda, con un activo subyacente: petróleo (o una esperanza que parece lejos con el desastre de Pdvsa). Nada nuevo”.
2017-12-28