Roberto Romanelli
El triunfo del candidato liberal Jair Bolsonaro en la primera vuelta de las elecciones en Brasil, inflingió un duro golpe a la izquierda, no sólo en ese país, sino en América Latina, y especialmente al chavismo que impera en Venezuela, a juicio de los analistas.
“El triunfo de Bolsonaro en Brasil se debió, en gran medida, a que los brasileños no quieren que su país sea otra Venezuela. Lo mismo ocurrió con Macri en Argentina y con Piñera en Chile. Maduro y Venezuela son la peor vitrina q tiene el Socialismo del Siglo XXI. Aterrorizan a los electores””, afirmó el escritor y periodista Carlos Montaner, en su cuenta de Twitter.
El “fantasma” de la crisis venezolana, con millones de emigantes que huyen de la pobreza y la hiperinflación, sin duda rondó en los comicios del pasado domingo.
De hecho, el propio Bolsonaro se ocupó de agitar en su campaña el espectro del régimen de Nicolás Maduro.
“La gente buena de Brasil quiere alejarse del socialismo, y no quiere vivir en un régimen como el que hay Venezuela”, señaló tras ser apuñalado en un mitin.
Y justo antes de los comicios, llamó a los brasileños a elegir entre “dos caminos: el de la prosperidad, la libertad, la familia, o el de Venezuela”.
En su oferta electoral, el dirigente derechista planteó específicamente “combatir la política económica comunista y socialista para instrumentar el libre mercado”, frente a la bandera de la Constituyente para una reforma política e institucional, planteada por su rival del Partido de los Trabajadores (PT) Fernando Haddad, exactamente como lo hiciera en 1999 el difunto mandatario Hugo Chávez en Venezuela.
Y en Brasil, según el doctor en física Sergio Aricó , “no se vota a favor de un candidato y sí contra la propuesta del otro candidato”.
La abrumadora victoria de Bolsonaro, quien logró 46% de votos contra 28% de Haddad en la primera vuelta, constituye, para analistas, “un revés letal para el gran apóstol de la izquierda castrista en Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva”, exaliado de Chávez y ambos vinculados a la plataforma internacional del “Foro de Sao Paulo”.
Para otros observadores, la derrota de Haddad afectará hasta a la expresidenta argentiona Cristina Kirchner en sus planes de volver a la jefatura de Estado, pues Bolsonaro “transformó en cenizas a Lula da Silva y Dilma Rousseff y a la distancia informó a Cristina Kirchner que su tiempo político ha terminado”.
Para Montaner, el tamaño de la derrota del PT “quiere decir que Lula cumplirá la sentencia a 12 años. No habrá indulto”.
Duro golpe “Ganamos en casi todas las regiones del país y perdimos sólo en el nordeste”, resumió Bolsonaro.
El PT de Lula, quien se encuentra en la cárcel por corrupción, perdió en las carreras para las gobernaciones más importantes del país de Rio, Sao Paulo y Minas Gerais.
La derrota más resonante fue la de su apadrinada, la expresidenta Dilma Rousseff, quien quedó cuarta en los comicios para senadores por el estado de Minas Gerais.
Sigue la pelea Con miras a la segunda vuelta del 28 de ocutbre, Bolsonaro anunció su intención de privatizar varias estatales, reducir el tamaño del Estado y acabar con la corrupción.
“Ustedes eligen: ser gobernados por alguien limpio o por aquel mandado por la corrupción”, escribió y reiteró que Brasil “no puede” volver a apostar en la izquierda y el “comunismo”. De su lado, Haddad,conversaó con los periodistas tras “informar” a Lula sobre los resultados, e insistió en que intentará “unir a las fuerzas democráticas” frente al autoritarismo que le achaca a Bolsonaro, un polémico capitán de la reserva del Ejército.
Según Haddad, en la segunda vuelta los brasileños elegirán entre dos modelos: “El neoliberalismo que ellos defienden y el estado del bienestar que proponemos, con derechos para los trabajadores”, dijo el socialista y sucesor de Lula.
2018-10-08
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