Redacción 2001.com.ve| Miguelangel Caballero
En los últimos años Venezuela ha tenido un incremento acelerado del índice inflacionario y una disminución considerable en sus niveles de producción de bienes y servicios, producto de las "erradas políticas económicas" que ha aplicado el Gobierno nacional, como lo han asegurado varios economistas.
La inflación en el país paso de 56,19% en diciembre de 2012 a 68,54% en 2014, para cerrar en 2015 con la cifra de inflación de 180,9%, la más alta del mundo, sumado a la disminución de 5.7 del Producto Interno Bruto (PIB) y una caída de más del 52,8% de los ingresos en divisas por las exportaciones petroleras en un país que percibe el 96% de sus dividas a través de las exportaciones petroleras. El promedio mensual de inflación fue de 14% en 2015 y entre enero y abril de 2016 se ha incrementado en 24%, según lo declarado por el economista Asdrúbal Oliveros.
La inflación aunque definida como el aumento generalizado de los precios es en realidad un crecimiento en la emisión de dinero por encima de la producción de bienes y servicios dentro de una economía, así lo define el economista José Luis Cordeiro en su libro: La Segunda Muerte de Bolívar.
Suele hablarse de varios tipos de inflación: de costos, de demanda, inercial, coyuntural, estructural, interna, externa, importada, latente reprimida. Y hasta inflación inducida por la guerra económica, tesis defendida por el Ejecutivo nacional y el vicepresidente de la república Aristóbulo Istúriz.
A este respecto el economista y analista de la firma ODH Grupo Consultor, Daniel Raguá explica que la inflación es consecuencia directa del exceso de liquidez, esto ocurre cuando el Banco Central de Venezuela (BCV) emite más dinero de lo que la economía está en capacidad de absorber, es decir, la emisión de dinero inorgánico que no ayuda a que el país produzca más bienes y servicios. Si la oferta de estos bienes o servicios es escasa y la población tiene más dinero, entonces estará dispuesta a pagar más dinero por los pocos productos disponibles, detalló.
Raguá considera que la inflación en Venezuela es “crónica porque estamos en un proceso de estanflación” ya que el país tiene alta inflación y decrecimiento económico.
Coincide con el planteamiento de José Luis Cordeiro quien arguyen que “la inflación es el impuesto disfrazado“, sobre el ahorro y los salarios de los ciudadanos. Explicó que esto ocurre incluso cuando hay progresivos aumentos de sueldos que “generan una sensación artificial de bienestar”, pero en el fondo están creando mayor inflación ya que hay más dinero en la economía, pero menos crecimiento en la producción de bienes, por ende los ciudadanos terminan pagando las consecuencias de una alta inflación.
Cómo afecta a la sociedad venezolana
Los altos índices inflacionarios tienes consecuencias graves dentro de la ecoomía de un país y su sociedad, entre las que destacan:
1.- La destrucción paulatina de la tendencia al ahorro. La inflación disminuye los ahorros en términos reales, por ende los ahorristas prefieren invertir en bienes ya que esto se deprecian a menor velocidad.
2.- Perjudica a la clase trabajadora, esto es: obreros, amas de casa, personas con un trabajo formal. Ya que el salario percibido significa, en la mayoría de los casos, el único patrimonio de la clase obrera.
3.- Empobrece masivamente a la población, en particular a quienes reciben un ingreso fijo que no crece o varía al mismo ritmo que los precios.
4.- Debilita a la clase media e incrementa las brechas entre los sectores sociales, esta desigualdad genera en algunos casos resentimientos sociales.
5.- Distorsiona el cálculo económico: impide calcular los costos reales y planificar proyectos a largo plazo.
6.-Provoca la devaluación de la moneda nacional, o el signo monetario de un país, con relación a países con monedas fuertes y economías con baja inflación.
7.- Propicia la fuga de capitales hacia países con una mayor estabilidad, jurídica, económica y política. Lo cual es un desincentivo a las capacidades productivas de un país.
8.- Impide que las clases menos favorecidas salgan de la pobreza, destruye a la clase media y hace a los gobiernos más ricos.
9.- A largo plazo vuelve impopulares a los gobernantes que a través de la emisión de dinero y mayor gasto obtuvieron popularidad a corto plazo.
10.- Puede desencadenar desórdenes sociales, afectar la dignidad y el estado de bienestar de los ciudadanos: lo que podría derivar en alteraciones del orden público, revoluciones, Golpes de Estado.
La economista Anabella Abadi asegura que la inflación afecta a la mayoría de la población y cambia los hábitos de consumo de todas las clases socioeconómicas, pero son las clases más pobres las más afectadas ya que destinan la mayoría de sus ingresos al consumo de alimentos, medicinas y bienes de primera necesidad, mientras que las clases medias y media-alta podrían dejar de lado algunos gastos de cultura y esparcimiento e incluso dejar de ahorrar. "Dependiendo el hábito de consumo, la variación de impacto será diferente entre una clase y otra", agregó.
El impacto en el bolsillo de los venezolanos también se hace evidente. El Instituto Nacional de Estadística (INE), publicó el índice Gini en diciembre de 2015, que mide la desigualdad en términos de ingreso, estás cifras reflejan que la desigualdad por ingreso esta disminuyendo. Abadi opina esta disminución obedece, probablemente, a que "todos los venezolanos que ganan en bolívares se están haciendo más pobres… y no disminuye porque estemos mejor, sino que en general todos somos más pobres".
Las empresas tampoco escapan a campo negativo de acción de la inflación “a las empresas le cuenta planificar a corto, mediano y largo plazo”, en el caso de Venezuela las variables financieras como inflación, índices macroeconómicos, Producto Interno Bruto (PIB), están totalmente ausentes. “El hecho de que tu no puedas planificar y que no tengas un marco jurídico que le genere seguridad a los inversionistas, desincentiva la inversión… es muy difícil hacer una proyección cierta de cuánto van a costar las cosas.
Daniel Raguá argumenta que en las economías con una alta inflación se hace imposible presupuestar, ese estado de incertidumbre, paraliza las proyecciones económicas y destruye la confianza de los sectores productivos y de los ciudadanos, porque no pueden “tomar decisiones informadas” que permitan realizar una planificación financiera eficiente.
“Las economías hiperinflacionarias vuelven loca a las personas“
El economista y ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gerver Torres en reiteradas oportunidades ha emitido declaraciones sobre el desempeño de la economía venezolana y las acciones que ha tomado el Ejecutivo Nacional para corregir las distorsiones en la dinámica económica.
Torres sostiene que “las economías hiperinflacionarias vuelven loca a las personas“, y esto sucede porque en determinados momentos la población de países como: Alemania, Austria, Grecia, Hungría y Polonia han tenido que sufrir periodos de recesión económica e inflación que han arrojado a las personas a tomar decisiones irracionales e incluso llegar al suicidio.
Latinoamérica no ha escapado a esos períodos hiperinflacionarios pues, durante la llamada "Década Perdida de la Deuda” Nicaragua tuvo una inflación anual de 33.547% en 1988 y 13.490.20% en 1990; Bolivia 8.170,50% en 1985; Perú 7.649,60% en 1990 y Argentina 4.923,60%.
La socióloga y profesora de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Lissette González sostiene que el solo hecho de que la inflación impacte el ingreso de la gente ocasiona problemas sociales como el incremento de la pobreza en el país.
Asegura que los aumentos constantes de precios generan “ansiedad en las personas”, y es que llega un momento en que la gente “no entiende el precios de las cosas”, pues se pierden los parámetros de comparación entre el precio de un bien A y un bien B.
Aunque no se puede asegurar con cifras oficiales, ya que estás no son publicadas por el INE, asegura que a “lo largo de la historia de la humanidad se incrementan los suicidios en periodos de crisis”.
A este respecto resalta el caso de Regina del Carmen Sánchez, una marabina de 54 años de edad que se quitó la vida al no poder conseguir alimentos. Hay que decir que la fémina tenía problemas psicológicos desde hace algunos años, pero la escasez de alimentos fue un detonante para que se quitara la vida, según las declaraciones de Yolanda Sánchez, hermana Regina Sánchez, así lo publicó el diario La Verdad.
Venezuela actualmente atraviesa una crisis de escasez de alimentos y medicamentos que han incrementado las colas en los principales supermercados del país, el Observatorio Venezolano de la Conflictividad (Ovcs), registró entre enero y febrero de 2016: 231 protestas por escasez de alimentos y 64 intentos de saqueos, lo que evidencia la situación y la forma en que los venezolanos están afrontando las crisis.
2016-06-01