Anyela Torres
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De cara a la reunión que daría continuidad a la Mesa de Diálogo entre la oposición y el oficialismo, las hostilidades por parte del Gobierno se han acentuado en contra de la militancia de la MUD.
Detenciones, allanamientos y sentencias inesperadas han marcado a la política venezolana a tan solo 13 días de haber iniciado el 2017.
Este recrudecimiento tuvo partida a raíz de que el Tribunal Supremo de Justicia anulara el decreto de abandono de cargo al Presidente Maduro, la instalación de la nueva Junta Directiva de la AN, encabezada por el diputado Julio Borges, y todas las sesiones parlamentarias que se han llevado a cabo desde el 5 de enero en adelante, con el alegato de que violaba su propio Reglamento Interior y de Debates.
En sintonía con este desconocimiento de poderes, el diputado por el Psuv, Darío Vivas, informó que el presidente Nicolás Maduro rendiría su Memoria y Cuenta ante el Tribunal Supremo de Justicia y no ante la Asamblea Nacional, como lo establece la Constitución, ya que ésta se encuentra en desacato.
Pero estas jugarretas políticas arreciaron con la instalación del Comando Antigolpe y la llegada de Tareck El Aissami a la Vicepresidencia de la República, puesto que han ocasionado las detenciones de 3 dirigentes de la oposición.
Tal es el caso del diputado a la AN por el partido Voluntad Popular, Gilber Caro; el secuestro y allanamiento del concejal de Bolívar, Roniel Farías, orquestado por funcionarios del Sebin; la captura del concejal de Maracaibo, Jorge Luis González; el allanamiento a la casa de Lilian Tintori y la derogación de la medida cautelar de libertad que se le había otorgado al general Raúl Baduel.
Dispersión
Pero más allá de estos "dimes y diretes" que perciben los ciudadanos durante conflictos políticos de tal similitud, se esconden otras intenciones.
A concepción del analista político y profesor de opinión pública, Gabriel Reyes, el Comando Antigolpe surge por la necesidad que tiene el Gobierno de generar una crisis dentro de la coyuntura actual que sirva como cortina de humo para tapar la situación país.
"En una crisis general. Se pone por encima una crisis autogenerada, sobre la base hipotética de un golpe que nunca se ha dado, pero siempre es descubierta en el momento que se fragua para satanizar a la oposición (…) Entonces no es una casualidad que el único partido político que decide no ir al diálogo, sea el más execrado, estigmatizado, atacado; que es lo que sucede actualmente con Voluntad Popular. En suma, este comando sirve de marco para perseguir a la única organización que se ha opuesto al diálogo", explica.
Para el politólogo Nícmer Evans, lo más seguro es que las partes en conflicto no dialoguen, pero accedan a reunirse aparte con el Vaticano y sus otros facilitadores. Sin embargo, considera que todo lo que ha acontecido durante estos días es parte de una novela que tiene como objetivo distraer el pueblo venezolano de su realidad.
Diálogos paralelos
Nícmer Evans maneja la hipótesis de que entre el Gobierno y la MUD se llevan dos tipos de diálogos al mismo tiempo.
El primero de ellos, expone, es el público, ese que se hizo notorio para todos los medios de comunicación y que actualmente está suspendido, pese a que cada parte mantiene contacto con sus mediadores.
El segundo, subraya, se inclina más hacia la palabra "negociación", y a diferencia del anterior, éste va "viento en popa".
"Este diálogo se hace por debajo de la mesa, y a él no asisten los mismos militantes que vemos por TV, sino otros, que también representan ambos sectores políticos (…) Desde el año pasado ellos han llegado a acuerdos y éstos se han venido cumpliendo", asegura Evans.
En caso de que su hipótesis resultara correcta, añade que esta negociación consiste en que Maduro esté en la Presidencia hasta el 2019 a cambio de que se decreten políticas económicas que faciliten la gobernabilidad del gobierno sucesor.
Ambos especialistas concluyen que el diálogo durante el 2016 solo funcionó para que el Gobierno ganara tiempo, enfriara la calle, consiguiera la desincorporación de los diputados de Amazonas y se hiciera nulo el juicio de Maduro.
El llamado de los analistas a la MUD es que se ocupe por mostrar una posición más férrea, y se centre en defender a sus dirigentes y en medidas más concretas.
2017-01-12