Andreina Domínguez u. | [email protected]
El martes 13 de septiembre se prometió por vez primera que el Consejo Nacional Electoral (CNE) prometió hacer los anuncios correspondientes a la fase de manifestación de voluntades del 20% del padrón votantes hacia un eventual referendo revocatorio sobre el mandato del presidente de la República, Nicolás Maduro. Pero el ente corrió la fecha para el viernes 16, y al anunciarse una marcha opositora, se suspendió el directorio.
Se le aseguró a la opinión pública que la información se ofrecería el lunes 19, pero tampoco ocurrió. Ayer transcurrió la jornada y nada ocurrió, la incertidumbre se mantuvo.
Trascendió que uno de los aspectos que tiene más trancadas las discusiones de los cinco rectores es el referente al número de máquinas. De unas 19 mil que ha exigido la MUD, el Poder Electoral solo estaría dispuesto a ceder algo más de cinco mil. La distribución de las mismas y su ubicación geográfica, así como la posibilidad de imponer una recolección regionalizada y hasta “municipalizada” de 20%, sube la temperatura de los debates internos.
Lo que sí se asoma como un asunto llamativo, es que para el RR para Maduro las exigencias del CNE han sido mayores y menos flexibles en comparación a consultas de reciente data.
Trabas. Los constantes obstáculos que se han presentado desde el inicio de la solicitud del revocatorio que impulsa la salida del Presidente de la República, Nicolás Maduro se agudizan cada vez con más fuerza. La dilación que comenzó con la entrega a destiempo de las planillas para recolectar las firmas requeridas, continuó con las trabas para instalar la plataforma tecnológica para la verificación del 1% de las firmas recaudadas, además el retraso se acentuó cuando el máximo ente comicial no daba respuesta de esta primera etapa.
Ahora, cuando solo falta por precisar los requerimientos para la fase de recaudación del 20% de las firmas del Registro Electoral, la dilación de este proceso se intensifica.
Un escenario que en comparación a consultas refrendarias de años anteriores contrasta una actitud no convincente del Poder Electoral.
Para el director de la ONG Súmate, Francisco Castro, en el año 2004, cuando se pretendió sacar del mandato a Hugo Chávez, a pesar de que no se utilizaron máquinas captahuellas, se recaudaron las firmas con unas planillas que el CNE facilitó en ese momento, en papel moneda, “estas firmas se recogieron en alrededor de 2000 puntos físicos pero dentro de cada punto había un número ilimitado de metas.”, detalló.
No obstante, el experto en temas electorales, señaló que en esa oportunidad también se implementó un mecanismo de planillas itinerantes, las cuales fueron trasladadas a otros centros de votación para garantizarles el derecho a aquellas personas que no tenían la capacidad de movilizarse.
Ubicación de puntos. Uno de los aspectos más relevantes, para Castro, es que en otros procesos electorales no ha habido problema para precisar la ubicación de los centros de votación, en vista de que ésta, es definida por el solicitante es decir la organización que está pidiendo el RR, “no es como esta vez, que se pretende que los puntos los fije el CNE, cuando debería ser la Mesa de la Unidad Democrática o por lo menos, esta coalición debería tener una participación importante en la definición de los puntos, no puede ser una cosa unilateral”, cuestionó.
Asimismo indicó que en las primarias del año pasado del Psuv y de la Unidad Democrática estaban abiertas a todo el registro electoral, por lo que la cantidad de las máquinas de votación era proporcional al registro electoral total.
Castro recordó que las elecciones primarias celebradas en el 2015, en el 2012 y las del 2010 fueron automatizadas, y que en esos tres procesos la parte solicitante definió la ubicación de los centros y “además determinó el proceso de nucleación es decir qué centros de votación se agrupan o se dirigen a los centros de votación abiertos”.
Propaganda. Por otra parte, el representante de Súmate, aseguró que después de que se elaboraran las nuevas normas para regular los procesos electorales en el 2007, “el mismo CNE hacía propaganda para que los ciudadanos participaran en los referendos revocatorios, una actividad que no es visible en la actualidad y que “es absolutamente contrastante con lo que vemos hoy en día, donde el CNE está empeñado en impedir que se realice el RR, por querer beneficiar los intereses del oficialismo”.
2016-09-20