2001.com.ve| Zulay Camacaro
La situación económica del país y la inflación ha afectado a todos los venezolanos y el sector comercio no está exento de esa situación. Mantener un negocio abierto requiere invertir capital en reponer mercancía y establecer precios que dejen ganancias para lograrlo, cosa que no es fácil en la actualidad.
La inflación que vive el país, 1.369% hasta el mes de noviembre, ha llevado a algunos establecimientos a bajar la santamaría.
En un recorrido por algunas calles de Caracas, se pudo observar tiendas cerradas y poca afluencia de clientes. Conversamos con algunos comerciantes para conocer las razones del cierre.
En San Martín la librería El Libro Encantado está cerrada. Una empleada del Grupo de encomiendas Zoom, quien no reveló su nombre, afirmó que el establecimiento cerró hace 2 años y nadie ha vuelto por el local.
Cerca de ahí, Inversiones Carlos Cen 168, C.A, está cerrado. En el local de al lado, Eduardo Alonso señaló que “ese negocio cerró hace 2 años, vendía artículos de quincallería, era de chinos. Cerró por la situación del país, todo lo que vendían era importado, vendían de todo tipo de artículos. Yo no he cerrado porque el local es mío”, afirmó Eduardo Alonso de Vidrios JB.
Por la esquina de la Marrón y alrededores detectamos un panorama similar. Frente a la tienda de ropa Puriel, un local permanece cerrado. “Ahí funcionaba una panadería que cerró hace 4 años, no me acuerdo cómo se llamaba ni por qué cerraron, creo que ni dijeron”, afirmó Ana Uzcátegui, vendedora en Puriel. William Ramírez, Seguridad de Puriel, señaló que “no tenían nada para vender”.
Ropa Íntima Paula, aún conserva su rótulo pese a estar cerrado. “Cerró hace 6 meses, creo que mandaron a desalojar el local. Trabajaban con punto de venta, el punto de venta es el que está mandando porque ahorita nadie carga efectivo”, indicó William Ramírez.
Otro local cercano está en la misma situación, cerrado. “La tienda vendía carteras y bisutería, no recuerdo cómo se llamaba, cerró hace como un mes y no sé por qué, me sorprendió que cerrara. Tenían punto de venta, ellos vendían y estaban surtidos pero no sé qué pasó”, acotó Sabrina Pinto, empleada en Librería Coliseo.
En la planta baja del edificio Gradillas, vimos un local cerrado. Verónica Cañas, empleada en una tienda de ropa, manifestó que se trataba de una venta de empanadas. “Ellos vendían empanadas. Cerraron desde enero, vienen a limpiar y se van. Si no hay harina, ¿cómo hacen?. Además, no tenían punto de venta. Tampoco están dando puntos de venta”, aclaró.
Agregó Cañas que las ventas no andan bien, factor que pudo haberlos afectado. “Las ventas están malísimas, no nos vamos a engañar”, destacó.
Por la misma zona conseguimos otro comercio cerrado que también conserva su rotulación es Tejidos Arco Iris. “Cerró hace un año porque el dueño está enfermo y está fuera del país. No se sabe si regresará y él mismo atiende su negocio. Venden sweaters tejidos”, indicó Erika Barrios vendedora en una tienda.
Crisanto Pichardo de Almacenes Whay, comentó que el local aledaño “cerró hace 2 meses. Vendían quincallería La mayoría de las cosas con las que ellos trabajaban eran importadas y eso lo hizo muy complicado para ellos”, precisó.
2017-12-14