Valeria Rodríguez Villapol | [email protected]
Los últimos meses ha llamado la atención de numerosos especialistas la merma significativa de las Reservas Internacionales (RI) de Venezuela, que alcanzó una caída de 27% a finales del mes de julio con respecto al inicio de este año. Esta reducción se manifestó en la llegada a 11.926 millones de dólares de las reservas en comparación a las 16.330 que hubo el mes de enero. Las reservas han venido aumentando discretamente este mes y se ubican, según los últimos datos del Banco Central de Venezuela (BCV), en 12.086 millones de dólares.
De acuerdo a lo descrito por el BCV que funge como administrador de las Reservas Internacionales (RI) en el país, estás son “los recursos financieros en divisas con los cuales cuenta un país para garantizar los pagos de los bienes que importa y el servicio de la deuda, así como para estabilizar la moneda”.
Diego Guerrero, analista de OHD y experto en políticas públicas, señaló tres causas principales del comportamiento de las reservas los últimos meses: la primera, la necesidad de realizar importaciones; la segunda, para pagar deuda y la última causa, pero no menos importante, que no hemos tenido suficientes ingresos producto de la caída del precio del petróleo.
Para el economista Maxim Ross, la caída del precio del crudo ha sido el factor determinante; asimismo afirmó que “se reducen las reservas porque se reduce el ingreso petrolero, pero además se han reducido porque el Gobierno de Maduro y de Chávez despilfarró completamente el ingreso petrolero, no fueron capaces de generar un fondo de ahorro para que en los tiempos de crisis el país pudiera defenderse”.
Importaciones. Ross señaló que la crisis en las reservas es responsable de la escasez que han venido sufriendo los venezolanos los últimos años, y asegura que “no tenemos reservas internacionales para importar el mínimo de lo que el país necesita y ahí entra la consecuencia de la escasez, la cola en los abastos tiene que ver con la caída en las reservas”.
Para el experto, el problema reside en que el derroche de dinero colocó al Ejecutivo en una posición que no puede financiar lo que el país necesita para tener un crecimiento normal y vivir bien.
Malas decisiones. El analista Guerrero aclaró que el problema estuvo en las decisiones que el Gobierno tomó durante la bonanza petrolera. El experto explicó: “el boom petrolero más grande de nuestra historia se usó irresponsablemente, todos los ingresos se utilizaron para el gasto fiscal en misiones bolivarianas, en compromisos del Fonden con muy poco control y poco retorno”.
Guerrero afirmó que el gasto se centró en perseguir fines políticos y no en buscar mecanismos de ahorro, como hace la mayor parte de los países, para prepararnos para que cuando haya periodos de crisis del precio, se hubiese reducido el impacto de la merma de las reservas.
El economista Juan Carlos Valdez refutó que fuese un error haber invertido en el ámbito social, defendiendo que eso permitió la salida de muchos ciudadanos de la pobreza y que género grandes logros en materia humana.
“No se puede ahorrar, cuando tu casa está hecha un desastre. Hay que gastar en acomodar la casa primero”, señaló Valdez; sin embargo, lamentó que no se hubiese utilizado parte de los recursos en diversificar la economía para depender menos de los precios del petróleo.
Hundidos en deudas. El gasto desmedido de la renta petrolera no fue la única decisión errada que se tomó, el Ejecutivo Nacional también se endeudó con un cronograma de pagos excesivos y actualmente, cuando atravesamos un período de vacas flacas, tenemos muchos egresos para honrar estos compromisos y evitar el default. Este dinero que se invierte en el pago, son divisas que no se utilizan para las importaciones que necesita el sector productivo.
Guerrero explicó que dichas deudas se contrajeron porque en tiempos de bonanza mandamos señales muy positivas a los mercados internacionales de que nosotros teníamos capacidad de pago. Ante esto, el Gobierno aprovechó que podía endeudarse sin ningún tipo de vigilancia.
Por su parte, el especialista Valdez, justifica que las deudas contraídas fueron en parte consecuencia de la gran inversión en la parte social, ya que dice “que el capital humano es el más costoso”. No obstante, considera que parte de la deuda puede ser consecuencia de la corrupción que existe dentro de la administración pública y pudo afectar en el manejo de los recursos, aunque indica que dicho fenómeno está presente en toda la sociedad.
El ciudadano de a pie. Ante la crisis de las reservas, cabe preguntarse cómo afecta esto al venezolano común, y ante esto Guerrero indicó: “el ciudadano consume productos nacionales que son producidos gracias a materia prima que se importa de otros países, como sucede con la cerveza nacional y otros productos que han desaparecido; la caída de las reservas contribuye a la escasez, acompañada por la Ley de Precios Justos que genera incentivos muy perversos para que las empresas no produzcan”.
2016-08-30