Ranfred Morantes Martínez | [email protected]
El Ministerio de Energía Eléctrica se creó a finales de 2009, pero fue en 2011 cuando comenzaron a otorgarle presupuestos formales.
En 2010, cuando la tasa de cambio prioritaria era de Bs 2,60 por dólar, le asignaron US$ 2.788 millones (Bs 7.248 millones) y Bs 2.993 millones (US$ 1.151 millones).
A la fecha ha recibido al menos Bs 147.149 millones, o lo que al cambio se traduce en US$ 26.455 millones.
Oscurana es hija de "guisos" y falta de previsión
La crisis eléctrica nacional "no es juego". Así lo asegura el ministro para la Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez, y en este punto coincide con expertos en la materia, pero no así en las razones que conllevaron a la oscurana.
Para muestra basta la afirmación del presidente de la Comisión Eléctrica del Colegio de Ingenieros, Wiston Cabas, quien asegura que la crisis eléctrica por la cual atraviesa el país no es producto del fenómeno El Niño y ello se evidencia en el hecho de que otros países de la región – impactados por el mismo fenómeno- no afrontan los problemas eléctricos con proporciones similares al caso venezolano.
Según el ingeniero Eduardo Páez-Pumar, el mal manejo de la generación hidroeléctrica es clave en el asunto, pues la planta Simón Bolívar, que constituye la represa del Guri, está diseñada para soportar 32 meses de sequía y en octubre 2015, cuando debió iniciar un estricto cronograma de racionamiento eléctrico, no se ejecutó la medida porque venían las elecciones parlamentarias. "Privó lo político sobre lo técnico", señaló.
A juicio de los expertos, la crisis podría ser mucho más llevadera si los recursos destinados al Sistema Eléctrico Nacional no hubieran pasado por las "manos peludas" de la corrupción.
Desde adentro. Durante su comparecencia ante la comisión mixta de la Asamblea Nacional que revisa la situación del sector eléctrico, el ex ministro de Energía Eléctrica, Héctor Navarro, asomó por dónde irían algunos casos de corrupción debido a un "contexto irregular".
En declaraciones recogidas por el portal web Crónica Uno, Navarro señala que tras la emergencia eléctrica entre 2009 y 2010 Corpoelec asumía los contratos y el ministerio supervisaba. Esta centralización, a su juicio, evidencia que el organismo "estaba muy burocratizado. Había comisionados para generación, distribución y comercialización que tenían todo el país bajo su responsabilidad y eso era inoperante (…) la ineficiencia del Estado lo que oculta es corrupción. Es más fácil decir que yo no sabía, que decir que actúe de mala fe".
No descartó que se hayan producido casos de corrupción en contrataciones para aumentar la generación de las plantas termoeléctricas. "Pudo haber habido corrupción y hay que investigarla", dijo. También señaló que hizo observaciones a las plantas que se adquirieron en 2010 para Sidor, pues de las dos que se compraron "una se instaló y la otra no. Eso es un problema para la CVG".
Recordó que las gabarras del Lago de Maracaibo nunca operaron. "Las de Tacoa afortunadamente son las que están operativas". Cuando los diputados le preguntaron si esas irregularidades habían sido reportadas al para entonces presidente Hugo Chávez, respondió que "hubo un informe que le hice al Presidente y que se le llevó Argenis Chávez, pero el Presidente estaba con traqueotomía. Eso fue en diciembre de 2012″.
Crisis a cuestas. El ingeniero José Manuel Aller, docente de la Universidad Simón Bolívar, en una nota del diario El Nacional, denunció en 2011 que en el marco de la emergencia eléctrica decretada en 2010, las compras de equipos o instalaciones se hicieron sin revisar la oferta que había en el mercado, y en la mayoría de los casos el Gobierno pagó un sobreprecio debido a que fue la condición que fijaron los contratistas para poderlas entregar con rapidez.
"Había la necesidad de tener los equipos en el país lo más rápido posible, por eso se declaró la emergencia para facilitar las compras sin licitación, pero varios de los que se adquirieron son inadecuados, de dudosa procedencia y altamente costosos", declaró.
El experto denunció la triangulación de la compra a través del gobierno de Cuba, en especial la adquisición de plantas de generación distribuida por las que se pagaron entre 1,6 millardos y 1,8 millardos de dólares, cuando debieron costar la mitad.
Sobre las barcazas en Tacoa, aún operativas según Navarro, fueron compradas a General Electric, por US$ 250 millones cada una: el precio de mercado era de 160 millones de dólares, lo que implicó un recargo superior a 50% para que se pudieran entregar a más tardar en 2011.
Caso Derwick. Navarro reconoció, sin precisar casos concretos, que en 2013 se paralizaron algunas obras o nunca se empezaron a realizar. Así mismo habló sobre irregularidades con algunos contratos con la empresa Derwick, como por ejemplo que en la planta de Guarenas, instalada por ellos, había equipos usados. "Cuando llegué ahí, vi que esos equipos no eran nuevos. Se lo dije a los ingenieros de Derwick e hice mi nota a Corpoelec". Por si fuera poco, apuntó que un vicepresidente de Pdvsa fue dueño de esa empresa.
Derwick está siendo investigada por EEUU y Suiza tras ser acusada de lavado de dinero y el pago de sobornos a funcionarios del Gobierno. Entre 2007-2012 Derwick recibió 11 contratos: Sidor Planta A, La Raisa I y II, Guarenas I y II, Picure, Las Morochas, Barinas I, Furrial y Morichal.
Condiciones similares se vieron en Tocoma con Odebrecht y las empresas Duro Felguera para Termocentro e IberdrolaElecnor con Termoeléctrica Sucre.
EL DATO. 62% del potencial eléctrico proviene de infraestructuras localizadas en su mayoría, en la región de Guayana, donde funcionan los complejos hidroeléctricos más grandes del país. Otro 35% proviene de plantas termoeléctricas y casi un 3% corresponde al sistema de generación distribuida, conformada por grupos electrógenos.
2016-04-24