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Importación de comida es un "pañito de agua tibia"

Miércoles, 19 de octubre de 2016 a las 08:00 pm
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Paola Ñáñez Orozco [email protected]

Venezuela ha atravesado fuertes periodos de escasez; ver los anaqueles de los supermercados vacíos se ha vuelto una imagen común para los ciudadanos. Los esfuerzos que ha hecho el Gobierno Nacional por apaciguar el desabastecimiento no han sido suficientes. Vender por el terminal de número de cédula, con captahuellas, o a través del Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (Clap) no ha logrado mermar el mercado negro de alimentos liderado por los llamados “bachaqueros”.

La nueva estrategia contra los vendedores informales que ha creado el Ejecutivo es la de importar alimentos básicos como la mayonesa y la margarina, las cuales, son traídas desde Brasil, o como el café y el arroz que llegan desde Colombia.
Los nuevos productos que han arribado al país tienen precios que con el sueldo mínimo actual que es de Bs. 22.576,50 son poco accesibles para muchos venezolanos.

Capacidad de compra

El economista Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, explicó que el Gobierno se ha saltado, con la importación, los niveles de control en la venta de alimentos impuestos por ellos mismos.

Agregó que hay dos sistemas de compra en Venezuela; el primero es el que hace el Ejecutivo adquiriendo los productos de los Clap con dólar preferencial a 10 bolívares, mientras que el sector privado sin acceso a las divisas preferenciales, está llenando los anaqueles comprando a dólar Dicom de aproximadamente 660 bolívares por divisa o a la tasa del mercado negro, aún más caro, explicó el economista.

Por otra parte, Cipriana Ramos, presidenta de Consecomercio, aseguró que el negocio informal que tienen los “bachaqueros” con los alimentos solo podrá ser detenido activando la producción nacional.

“La mafia que tienen los ‘bachequeros’ no termina con nada, no hay una cantidad de alimentos suficiente que pueda contra un mercado negro; no hay precios tan altos que pueda poner el Gobierno que acabe con el mercado negro”, manifestó.

Además, señaló que los productos que son vendidos por los “trabajadores informales” no son los que el Ejecutivo está importando.

“Los ‘comerciantes informales’ no venden los productos que está importando el Gobierno sino los que se distribuyen a través de los Clap. ¿Quién importa estos productos? ¿Con qué divisas? Si como Gobierno autorizaron las divisas a alguien para que importara, ¿por qué no hacer lo mismo con las empresas privadas?”, cuestionó Ramos.

Desempleo

La importaciones también han dejado sin empleo a cientos de venezolanos que fueron despedidos de sus puestos de trabajo porque al no haber producción nacional las empresas ya no tiene como pagarles. A esto se le suman los aumentos del sueldo base y del ticket de alimentación que para la mayoría de los empresarios es imposible de costear.

En ese sentido, la vocera de Consecomercio indicó que la empresa privada está sobreviviendo. “Es una competencia desleal y una burla hacia el trabajador venezolano”, aseveró.

Inflación

Al parecer, la única beneficiada con la compra de alimentos al extranjero es la inflación. “Si calculas índice inflacionario con el precio de los productos importados la cifra se dispara”.

Consecuencias

Es normal que cualquier país importe aunque sea el 20% de productos; sin embargo, al no producir nada en el país, la industria venezolana sigue quebrando y sigue desmejorando el ingreso del trabajador.

“Tú puedes decretar muchos aumentos salariales, pe-ro cuando ya no tengo cómo pagarlos, como dueño de empresa no me queda más remedio que cerrar, y ya muchas empresas se han comido el patrimonio empresarial; algunos que todavía le apuestan al país siguen con el patrimonio familiar pero, ¿hasta dónde llegamos?”, inquirió Ramos.

Soluciones

Para Cipriana Ramos la solución al desabastecimiento es la libertad económica.

“Hay que eliminar los controles, no podemos seguir viviendo con un control de precios; además con una distorsión tan terrible, donde hay quienes venden un producto en 2.000 bolívares y el Gobierno autoriza a venderlo regulado en Bs. 190”, aseveró.

Importar no es solución

Por su parte, Roberto León Parilli, presidente de la Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), explicó que la importa- ción de productos básicos y alimentos no soluciona el desabastecimiento, ya que lo único que terminaría con este problema que aqueja a todos los venezolanos sería activar la producción nacional para así poder llenar los anaqueles.

“Hasta que no tengas una presencia total del producto tú no puedes hablar de acabar con los ‘bachaqueros’, ellos siempre van a estar mientras haya más demanda que oferta. Cuando la demanda nivele la oferta, automáticamente desaparecerá el ‘bachaqueo’, pero eso no lo ha logrado el Gobierno; solo han hecho anuncios. Ya no es un tema de precios sino un tema de presencia de los productos”.

Asimismo, León Parilli instó al Gobierno a dejar de lado el tema político y a trabajar en conjunto con la empresa privada para darle un respiro económico al país.

“La única manera es producir en Venezuela, y para hacerlo el Gobierno debe darse la mano con el sector empresarial, y es allí donde está el problema. Las barreras políticas han impedido que se pueda reactivar el aparato productivo nacional; y hasta que eso no suceda vamos a seguir dependiendo de los precios del petróleo y de los precios internacionales”.

2016-10-20