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La hiperinflación necesita frenos

Sabado, 24 de febrero de 2018 a las 08:00 pm
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Joseph Alicia Seijas | [email protected]

Venezuela vive por primera vez en su historia una etapa de hiperinflación, entrando oficialmente en este umbral cuando el aumento de precios en el mes de octubre fue de 50,6%. Ello porque, teóricamente, según el economista estadounidense Philip Cagan, el fenómeno ocurre cuando los niveles de precios generales se incrementan más del 50% de un mes a otro.

Sin embargo, Venezuela no es el primer país que atraviesa por una situación inflacionaria como la que presenta actualmente. En las últimas décadas, muchos son los países en el mundo que atravesaron por una recesión económica incluso más grave y lograron alcanzar la estabilidad que la mayoría goza hoy en día.

Perú: Pobreza y escasez

Para 1990 en Perú, la fase hiperinflacionaria solo duró dos meses, donde se registró el aumento de la inflación mayor del 60% mensual, y una inflación acumulada de 2178.49%. Como antecedente a esta crisis está la administración de Alan García, la cual es descrita como una “despilfarradora y populista”. A raíz de esto, se detuvo el crecimiento económico y la pobreza comenzó a incrementarse, al igual que la escasez de alimentos, lo que causó una tensión entre la sociedad.

Para entonces, luego de que Alberto Fujimori tomase posesión del Poder Ejecutivo, se implementó un programa que comprendió el reordenamiento del régimen económico.

Se fijó el recorte a los subsidios de decena de productos, lo cual causó que el coste de la canasta básica se quintuplicara. Se recuperó la autonomía del Banco Central. Se liquidaron aquellas empresas que no eran viables y todas las importaciones pasaron al tipo de cambio del libre mercado. Además, hubo un alza en las tarifas públicas y se prohibió el aumento del salario mínimo. El ajuste económico más drástico en la historia de este país que causó dolorosas consecuencias dentro de la población, pero que, casi 30 años más tarde, ha convertido a Perú en una de las economías más saludables de la región.

Argentina: Control de precios y falta de divisas

A lo largo de la etapa hiperinflacionaria de Argentina se registró una inflación de cuatro dígitos por primera vez en su historia, cerrando 1989 con 4.923%. En ese año se hizo un primer intento para atacar la inflación. Sin embargo, esto solo provocó la considerable disminución de la producción local, causando el congelamiento de las exportaciones, escasez crónica de alimentos y medicinas y la caída del PIB. Además, se incrementó el número de habitantes viviendo en la pobreza del 25% al récord histórico de 47.3%. Esta situación solo causó incertidumbre, angustia y la búsqueda desesperada de soluciones por parte de la sociedad.

Por ello, se implementó un programa económico denominado “Plan Bonex”, el cual buscaba la liberación del tipo de cambio y el intercambio obligatorio de depósitos bancarios por bonos públicos, conocidos como “Bonex 89”, los cuales tenían una duración de diez años. Es decir, casi en su totalidad, los depósitos que recibían los bancos eran derivados automáticamente al Banco Central en forma de depósitos indisponibles para financiar el gasto del Estado.

Para finales de 1990, las importaciones se vieron reducidas mientras que las exportaciones incrementaron un 34% en comparación al año anterior. Obteniendo este plan un resultado notable, al dar paso a una inflación de 24% para 1993.

Bolivia: La hiperinflación más alta de la región

En lo que va de historia latinoamericana, Bolivia presentó el caso más alto de hiperinflación entre 1982 y 1985 cuando la inflación por mes se ubicó por encima del 180%, llegando a una inflación anual del 11.700%, según datos de la FMI, lo cual destruyó la producción del país y generó una marcada pobreza en la población.

Para llegar a esta etapa existieron dos factores predominantes: El endeudamiento, que llevó al financiamiento del déficit con dinero inorgánico, causando la devaluación de la moneda y el incremento de precios; y la caída de precios de la materia prima, por lo que se disminuyó los ingresos al país, las importaciones y generando escasez de bienes, alimentos y medicinas.

Fue inevitable que se intensificase el caos social y desconcierto generalizado en todas las áreas, por lo que se llamaron a elecciones presidenciales anticipadas. Cuando Víctor Paz Estenssoro toma posesión del Poder Ejecutivo, direccionó los primeros meses de su gestión a una reforma de las políticas económicas aplicando medidas que fueron un “shock” dentro de la sociedad; como la unificación de la tasa de cambio; la eliminación de la intervención del sector público en los salarios privados, excepto para el salario mínimo; eliminación de los controles de precios, el cese de inversiones públicas; y el congelamiento del salario a empleados públicos. Todas estas medidas llevaron a una apertura comercial y a la disminución de la participación del Estado en las actividades económicas.

A partir de 1986, la economía pasó de tener tasas inflacionarias de 3 dígitos mensuales a cifras de 2 dígitos anuales. En la actualidad, Bolivia cuenta con una estabilidad envidiable; siendo reconocidos por la reducción en las tasas de pobreza.

¿Qué hacer en Venezuela?

Según el economista Ricardo Hausmann, la mejor salida de la crisis económica que sufre el país es a través de un plan de vertiente liberal, en el cual, él asegura, podrían esperarse mejoras para la nación. Aunque dicha recuperación sería lenta, los resultados podrían ser muy satisfactorios.

Se debe establecer una apertura económica, dándose así libertades fiscales por un periodo determinado a empresas extranjeras que quieran invertir, y producir, en Venezuela; lo cual aumentaría el campo laboral del venezolano. El Estado debe hacer recortes en el gasto para el sector público, privatizar cualquier empresa pública que esté desatendida, sin producir o que no tenga ganancia alguna.

Este cambio en las políticas económicas podría generar un auge económico fructífero que podría convertir a Venezuela, luego de un proceso de difícil transición, en uno de los países más estables económicamente.

2018-02-25