El panorama político del país ha tenido mucho movimiento en los últimos días, incluyendo propuesta de diálogo entre Maduro y Guaidó, un referéndum revocatorio y, lo más reciente, las elecciones de gobernadores y alcaldes de noviembre del presente año.
Se debe agregar a lo anterior que la oposición no ha definido una ruta a seguir de lo que se presenta al público. Es decir, del lado de Juan Guaidó, llaman a la negociación y al diálogo con representantes del gobierno; Henrique Capriles, por su parte, aseguró que la oposición venezolana no es una opción de fuerza de cara a las elecciones; la Alianza Democrática negocia condiciones electorales “viables y favorables”, sólo por citar ejemplos.
Con lo planteado, los venezolanos no tienen un camino definido para seguir, con un objetivo único y trazado. Es por esto que se genera aún más descontento con los actores de la oposición, a quienes se les acusa de no tener una ruta clara para el país.
“Actualmente, el panorama no es nada claro ni favorable para los electores. No hay comunicación oficial, no hay ruta a seguir y sí hay una muy grande desconfianza, principalmente, en Juan Guaidó. Ante esto, es difícil que las personas decidan participar en los comicios de noviembre”, manifestó a 2001 Indira Urbaneja, analista político.
Siguiendo con este punto, Urbaneja explicó que el éxito, en resultados, para la oposición radica en cómo interese a las votantes para las próximas elecciones, misión que se avizora muy complicada.
“El descontento que existe es muy grande, tanto con los actores como con lo que proponen. Los electores les consideran figuras desgastadas. Si ellos, como grupo de oposición, quieren obtener buenos resultados y una buena cantidad de victorias en las alcaldías y estados, deberán trabajar de gran manera la comunicación de cara a los venezolanos, eso es lo que fomentará que las personas salgan a votar”, señaló.
¿Y el referéndum?
Como reportó 2001 en días previos, la idea de realizar el referéndum revocatorio presentada por Nicmer Evans y César Pérez Vivas no cuenta con mucha aprobación en los partidos de oposición.
“Dentro de la oposición, esa opción no corre. Para poder llevar a cabo el referéndum se debe negociar con el Gobierno y el cuerpo militar, que también está negociando para las condiciones de las elecciones de noviembre, más las propuestas de diálogo”, dijo Urbaneja.
Asimismo, el campo de negociación que se anuncia debe cumplir con una serie de condiciones pedidas por Nicolás Maduro, como lo son el levantamiento de sanciones, el reconocimiento a los poderes públicos del país y la habilitación de las cuentas bancarias.
“Quieren plantear demasiadas ideas al mismo tiempo. No solo confunden a los venezolanos, sino que también a ellos mismos. Su estrategia sufre de una contradicción constante y eso afecta su imagen de cara a los electores”, espetó la analista político.
Los candidatos que suenan para noviembre
Continuando con lo que se adelantó en la entrega pasada, ya dentro del seno de la oposición se barajan nombres para los diferentes puestos y estados que están “en juego” para noviembre.
Freddy Superlano (Barinas), Tomás Guanipa o Manuel Rosales (Zulia), Carlos Ocariz (Miranda) son algunos de los nombres ya casi confirmados, extraoficialmente.
“A estos nombres también se les deben agregar Henri Falcón por Lara y Javier Bertucci por Carabobo, que serían los candidatos de la Alianza Democrática. Pero, seguramente, habrá más. Así como se establecen negociaciones con el Gobierno, también lo hacen los propios partidos de oposición para definir los candidatos”.
Sin embargo, la entrada a escena de Henrique Capriles puede traer sorpresas consigo, que pudieran inclinar la balanza para un lado o para el otro.
“A pesar del desgaste que tienen los venezolanos de las mismas personas en el ámbito político, Capriles puede ser un foco de opinión a seguir por parte de los votantes. De todas maneras, habrá que esperar que muestra de cara a las elecciones”, mencionó Urbaneja.
Negociación por las condiciones electorales
En ocasiones previas, el Gobierno nacional utilizó la figura del “protector” para mantener a raya a los gobernadores de los estados que no sean del oficialismo. Esto ocurrió en Miranda y Táchira, pero es un tema que se negocia para las próximas elecciones.
“El tema del protectorado está en la mesa, por supuesto que sí. Esta es una manera que tenía el gobierno para controlar ciertas actividades de los gobernadores que se “extralimitaron”, según ellos. Si se buscan elecciones claras y “limpias”, también deben ofrecer garantías a los ganadores”, comentó la analista.
No obstante, otro tema que preocupa y está en la mesa es el de las alcaldías y sus ingresos, junto a su estabilidad económica. Durante este periodo, las alcaldías, en su mayoría en poder del oficialismo, poseen un escaso control de ingresos por impuestos y tienden más a depender del poder central.
“Hay muchas dudas, muchos problemas por delante. Habrá que definir si se entregará independencia a las alcaldías o seguirán con la política centralista, que sólo generó inconvenientes a los habitantes de cada municipio”, finalizó Urbaneja.
Gerardo Díaz | @gdiaz_33
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