Nota de Prensa
La Directora Política de Un Nuevo Tiempo, Liliana Hernández, rechazó contundentemente la instalación de la tarjeta de racionamiento electrónica, puesto que esta no resuelve el problema de fondo que vive la economía venezolana.
“Nuestro problema radica en que no tenemos un aparato productivo y no tenemos divisas para poder salir a comprar alimentos en los mercados”, señaló.
Hernández, acompañada por varios miembros de la Dirección Nacional de UNT, aseguró que no solo en el partido, sino también en la calle, la gente está convencida del fracaso de la implantación de este sistema: “la tarjeta de racionamiento electrónica no va a ocultar la ineficiencia, la corrupción, la incapacidad, y la falta de decisión de este gobierno y de Nicolás Maduro”.
La Directora Política de la tolda azul enfatizó que el verdadero problema que hay que resolver en el país es la caída de la producción que se ha vivido en los últimos años. Subraya que la estrategia en el aparato productivo no solo atacó a empresas, sino también fincas, haciendas, pequeñas parcelas productoras que “algún alto militar o algún alto funcionario del gobierno señaló con antojo de propiedad o, en segundo término, que pasara a manos del Estado.” Destacó que es del conocimiento público que todo lo que ha sido expropiado ha dejado de producir.
También hizo énfasis en el segundo problema, la falta de divisas y explicó que, al no producir y solo hacer uso de los dólares obtenidos por una menguante venta de petróleo, nos hemos quedado sin tener con qué importar. “Decidieron hacer una economía de puerto, y violentar el principio establecido en la Constitución de la soberanía alimentaria”. sentenció
Ante la gravedad de estos problemas el gobierno propone como solución esta tarjeta de racionamiento electrónica, calificada de “locura” por el Presidente Nicolás Maduro en junio del 2013; Hernández propuso la interrogante: “¿Qué pasó para que eso dejara de ser una locura?”, señalando que ha sido tanto el fracaso del modelo económico, como la expectativa de negocios particulares, para algunos funcionarios, lo volvió a colocar el sistema biométrico en la agenda del gobierno.
Resalta las contradicciones en las declaraciones del gobierno a partir del anuncio de la implantación de este sistema; por ejemplo, la forma de control de compras, del cual primero explican que es un control previo y, días después, señalan que el control será posterior. Hernández señala que ese factor de control le recuerda al empleado por CADIVI o Sicad: “con el control posterior se llevaron 25 mil millones de dólares, y nadie ha reportado qué pasó con eso”.
Un Nuevo Tiempo insiste en que, si Nicolás Maduro hace un año hubiera decidido producir e invertir, no estaríamos pasando por esto. “La obligación constitucional del estado, del Presidente Maduro, es que haya abastecimiento de los productos que requerimos, en el mercado.”
Liliana Hernández, en representación del partido, plantea varias propuestas para que la producción aumente y el desabastecimiento acabe: primero, reactivar el aparato productivo; las pequeñas y medianas empresas, el campo; a través del abastecimiento de sus suplementos de producción.
Y segundo, atacar el contrabando, lo cual se logra reinstitucionalizando la FAN, que esta cumpla con sus funciones; y que se investigue los grupos oficiales de la Guardia Nacional y del Ejército que están involucrados con este delito.
Finalizó expresando “ya está bueno de señalarnos a todos los venezolanos como contrabandistas; el contrabando es un delito, y nosotros no somos delincuentes; porque para meterse en el negocio del contrabando hay que tener poder.”
2014-08-27