Daniela Zarzalejo
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El mercado de las casas de empeño se ha ido abajo progresivamente. Desde junio del año pasado, las personas ya no se dirigen a estos lugares para pedir préstamos.
En un recorrido realizado por el diario 2001 por las casas de empeño ubicadas en el centro de Caracas se constató que los anaqueles de las tiendas están vacíos.
El pasaje La Francia tiene alrededor de ocho casas de empeño, pero todas lucen con el mismo ambiente desolado y sin clientes interesados en poner en garantía sus prendas.
Aunque las tiendas se especializan en joyas, hasta el año pasado, los trabajadores aseguran que la gente empeñaba otras pertenencias personales, como vehículos.
Jordy Ardila, gerente de la casa de empeño La Fortaleza, explicó que para mediados del año pasado las personas dejaron de acudir al lugar.
“Ya la frecuencia con la que venía la gente antes no se ve. El empeño ha bajado alrededor de 40% desde junio y la venta de plata cayó hasta 80%. Antes empeñaban mo-tos o carros y ya eso no se da”, dijo.
Aseguró que quienes llegan para pedir préstamo traen prendas de oro y en eso se basa el valor. “Si la prenda pesa dos gramos de oro, se valora en 60.000 bolívares”, apuntó, y agregó que depende del tipo de oro también.
Otras ventas. Debido a la caída del poder adquisitivo, el año pasado se hizo común que los venezolanos empezaran a vender artículos personales para tener ingresos extras. En sitios Web como mercadolibre, las personas venden desde ropa para bebés, hasta juegos de muebles.
2017-02-13