Pese a que dormir poco está relacionado con síntomas de obesidad, presión arterial alta y un empeoramiento en la calidad de vida, se ha demostrado que las personas con alto cociente intelectual suelen ser más activos durante la noche y se van a dormir más tarde que el resto.
Un equipo de investigadores británicos dirigidos por H. Aliasson, junto con la escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres, han descubierto diferencias significativas en las preferencias del sueño-tiempo entre las personas dependiendo de su coeficiente intelectual, según ha recogido Winnipeg free press.
Las personas con mayor coeficiente que ejercen una ocupación, profesión, con exigencia intelectual son más propensas a ser noctámbulas, mientras que aquellas con menor coeficiente tienden a restringir sus actividades al día, prefieren ir a la cama temprano y ser madrugadoras, dice el estudio.
Los ancestros del hombre eran por lo general diurnos, pero un cambio hacia actividades nocturnas ha sido una nueva preferencia evolutiva, sobre todo en aquellos tipos de persona un poco más inteligentes, lo que se refleja en un mayor nivel de complejidad cognitiva y una manera de vivir distinta.
Por otro lado, quienes se quedan despiertos hasta tarde son menos fiables y más propensos a sufrir de depresión, adicciones y trastornos de la alimentación, en comparación con los madrugadores que son relativamente más conscientes./ sabiasundato
2013-07-21