2001.com.ve | Alexsayder Castellanos
Los venezolanos viajan hasta la ciudad colombiana Cúcuta en busca de alimento, medicinas, ropa y electrodomésticos que pueden ya no existir en el mercado, afectado por la baja producción y exportación de la nación. Según el análisis del economista Luis Oliveros, el fenómeno de “traer y vender” es bueno para la distribución y consumo de bienes y servicios que satisfacen las necesidades de las personas.
“La gente va a Cúcuta a conseguir insumos médicos, comida y enseres que no encuentran en Venezuela. Claro, también hay quienes compran cosas para luego revenderlas”, aclaró.
De acuerdo con lo establecido en el nuevo salario anunciado el 14 de octubre, un trabajador necesita más de dos sueldos mínimos que equivalen a Bs. 300 mil, para tan solo pagar su pasaje de ida y vuelta, el cual puede variar dependiendo del tipo de vehículo en el que viaje.
A esta ciudad en la que hay más de 600 mil personas viviendo, se les unió la llegada de muchos venezolanos que a diario cruzan los 2 mil 219 kilómetros de frontera con Colombia para buscar los lugares más idóneos en los que se consiguen productos de cualquier marca, tamaño y cantidad.
Según un estudio realizado este 2019 por Econométrica, el adquirir productos tan básicos como cremas de belleza, detergentes en polvo, lavaplatos, avena, bebidas gaseosas, pan integral, malta, cubitos y arvejas, es más costoso en Venezuela que en Colombia.
Viajar ante la crisis
“Tomando en cuenta que en Venezuela la oferta de bienes no es la mejor ni la mayor, el que vengan importaciones -aunque sean mínimas- se traduce en una oferta superior para la población”, expresó Oliveros.
El experto en finanzas agregó, además, que las consecuencias que esto trae para la economía son positivas porque hay variedad de productos y le ocasiona ganancia de dinero al comerciante: “Hay personas que hacen esos viajes a Cúcuta de manera periódica, por lo que el resultado es bueno”.
Sobre la legalidad de traer estos productos, el también profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), aseguró que hacerlo es permitido porque es “como cuando viajas al exterior por avión y te traes cosas en tus maletas”.
Sin embargo, alertó que lo peligroso de estos viajes a distancia y con mercancía es que en la carretera los delincuentes pueden hacer de las suyas robando. “Recuerda que estamos en el país calificado como el más inseguro del mundo”, resaltó Oliveros.
Traslado caro
En el Terminal Privado Rodovías, ubicado en la avenida Libertador de Caracas, ofrecen un viaje hasta San Cristóbal a un costo de Bs. 180 mil. De acuerdo con un miembro del personal de limpieza, acá salen a diario dos viajes, uno en la mañana y el otro en la tarde.
Igualmente ocurre en la agencia Expresos Flamingo, situada en la avenida Francisco de Miranda al lado del Museo del Transporte. Desde allí salen dos viajes hasta el estado Táchira a 187 mil bolívares cada pasaje. “La gente va y viene para traer ropa y zapatos, eso lo revenden acá en la ciudad”, enfatizó una empleada del lugar que prefirió mantener el anonimato.
En el Terminal La Bandera, localizado en la avenida Nueva Granada, hay diferentes vendedores -desde la entrada hasta la salida del lugar- ofreciendo todos los viajes al mismo precio.
Las ofertas para los pasajeros son: “¡Vete ya! Hasta San Antonio con tan solo 180 mil bolívares y a San Cristóbal a 123 mil 500 bolívares”. En relación al costo de las maletas por su peso, en la oficina de atención al cliente explicaron que “el precio se acuerda con maletero y chofer, pero cada kilo de más puede salir en 10 mil bolívares”.
Alcabalas esquivadas
Marlene Duarte afirmó que “la gente sabe lo que hace porque se van en los autobuses y de regreso prefieren pagar $25 con otros choferes para traerse tranquilo toda la mercancía y así evitar las trochas de los funcionarios de seguridad del Estado”.
En relación a esto, Karin Vera, diputada de la Asamblea Nacional por el estado Táchira, dijo que las vías son tomadas por “el hampa organizada para atentar contra los vehículos públicos que trasladan a los pasajeros y así desvalijarles todo”. Agregó que esto ocurre más frecuentemente de regreso hacia el centro del país porque saben que las personas llevan en su equipaje todo lo que compraron.
Sin embargo, indicó que pueden existir algunos autobuses que no son detenidos por los puntos de control porque “ya tienen su contacto en la Guardia Nacional o les pagan una vacuna para permitirles transitar libremente y esto es una práctica ilegal”.
A esta situación se enfrentan muchos venezolanos de cada rincón del país que a diario viajan hasta Cúcuta para comprar y revenderlo todo.
2019-10-18
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