El tiempo llegó y, con el inicio del 21 de diciembre, se completó una era del calendario de los mayas esperada por muchos como "el fin del mundo", que se ha convertido para otros en una gran estrategia comercial para atraer el turismo.
Vigilias en plazas de pueblos mayas como Cuncunul se realizaron en la noche del jueves para celebrar el fin del baktun 13 de la cuenta larga de su calendario, que cerró un ciclo de 5.200 años.
En ciudades como Mérida, la capital del estado maya de Yucatán, el cambio de era no fue el centro de atención y la noche transcurrió en medio del alboroto que generan los días previos a las festividades decembrinas.
"Salimos a hacer las compras de fin de año pero realmente esto del calendario maya para nosotros no tiene mucha relevancia", señaló Marcos Galindo, uno de los transeúntes que recorrió las calles de Mérida hasta altas horas de la noche del jueves.
Para los pueblos mayas el mundo nace, se desarrolla, muere |
Aunque la población en general en Mérida no se vio involucrada en la festividad, los hoteles, restaurantes y bares de la ciudad sí aprovecharon la sonada predicción del fin del mundo para atraer a los turistas con la oferta de planes recreativos, bebidas y platos típicos de esta cultura milenaria.
La Chaya, una bebida maya hecha con hierba de este nombre, limón y azúcar, fue una de las que reinó en los menús de la ciudad, donde desde hace una semana se realiza un Festival de la Cultura Maya con una serie de actividades culturales y académicas.
Estudiosos de la cultura maya aseguran que el cambio para la cultura milenaria "no es fatalista sino más bien esperanzador".
"La forma de ver el tiempo para los mayas es muy distinta de la forma de ver de las sociedades occidentales, para los pueblos mayas el mundo nace, se desarrolla, muere y se regenera, es decir es una visión cíclica del mundo", explicó a dpa el etnógrafo del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) de Yucatán, Jesús Lizama Quijano.
El amanecer de la "nueva era maya" será recibido en importantes sitios arqueológicos mayas como Chichén Itzá por decenas de personas que, pese a que no se les permitirá la entrada a los vestigios sino hasta las 8:00 horas (16:00 GMT), se pusieron cita desde el jueves para recibir el nuevo sol.
En la zona arqueológica de Ek Balam, donde se encuentra la pirámide maya del inframundo, unos 2.000 líderes y guías espirituales también decidieron reunirse antes de la salida del sol.
Según la inscripción del Monumento 6 de Tortuguero, en la que se hace referencia al cambio de ciclo de la era maya, este día descenderá la deidad Bolom Yokté, que los mayas mencionan en los mitos de creación del universo.
La piedra fue hallada en el estado de Tabasco en 1958 y junto con una escalera jeroglífica encontrada recientemente en el sitio arqueológico La Corona de Guatemala son dos de los documentos que hablan del cambio de ciclo.
Para el escritor mexicano Homero Aridjis, más allá de la controversia de lo que algunos consideraron profecía maya del fin del mundo lo que debe impactar es "la supervivencia de la cosmogonía maya en el imaginario popular contemporáneo".
"El fin de un ciclo calendárico de una cultura que fue brutalmente suprimida hace 500 años ha detonado un alboroto global. A pesar de que el obispo Fray Diego de Landa haya quemado los libros sagrados de los mayas en el nefasto ‘Auto de fe de Maní, parece que los españoles no lograron desaparecer las creencias mayas", señaló.
El cambio de era trajo consigo el descenso Bolom Yokté y es, en todo caso, motivo de celebración más que de pánico para los descendientes de los primeros mayas, que consideran el fin de un ciclo como un momento de renovación./AFP
2013-08-04