El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, planteó la posibilidad de imponer un arancel del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá, medida que busca presionar temas como la inmigración ilegal y el narcotráfico.
Sin embargo, la propuesta genera inquietud por sus posibles impactos en la economía, especialmente en los precios de productos populares como tequila, cerveza y whisky canadiense.
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Implicaciones de la medida
De acuerdo con analistas, los consumidores estadounidenses podrían enfrentar incrementos significativos en el costo de bebidas alcohólicas importadas. Por ejemplo, una botella de tequila de 750 ml, que actualmente oscila entre 25 y 50 dólares, podría costar entre 31.25 y 62.50 dólares.
De manera similar, un pack de seis latas de cerveza modelo, actualmente valorado en 11 dólares, podría alcanzar los 13.75 dólares. Estas alzas también afectarían al whisky canadiense, con precios que se elevarían de 40-50 dólares a rangos más altos.
Las empresas distribuidoras ya enfrentan repercusiones en el mercado bursátil. Constellation Brands, que maneja marcas como modelo y corona, sufrió una caída del 3% en sus acciones, mientras que Diageo, propietaria de Casamigos y Don Julio, registró una baja del 1.4%.
Presidenta de México se pronunció
Según expertos como Bump Williams, los costos adicionales se trasladarían inevitablemente a los consumidores, amplificando el impacto en la economía doméstica. Además, la propuesta podría desatar tensiones comerciales. México y Canadá podrían responder con medidas similares, afectando exportaciones estadounidenses de productos como bourbon, whisky y vodka.
Esto no solo agravaría las relaciones comerciales entre los tres países, sino que violaría el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), vigente desde 2020.
Por su parte, Claudia Sheinbaum, presidenta del país azteca, advirtió en una carta a Trump sobre los riesgos económicos y sociales que conllevaría esta medida. Según ella, la inflación y la pérdida de empleos en ambas naciones podrían intensificarse, deteriorando las relaciones bilaterales y generando incertidumbre en los negocios binacionales.
Finalmente, el debate sobre esta propuesta evidencia las profundas implicaciones que los aranceles podrían tener en las economías de Estados Unidos y sus socios comerciales.
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