Un grupo de expertos en aviación de Canadá y EE.UU. iniciará en México una "investigación independiente" del accidente aéreo en el que murió la cantante estadounidense de origen mexicano Jenni Rivera y otras seis personas, informó una firma de abogados.
El despacho Ribbeck Law Chartered, que representa a víctimas de desastres de aviación en todo el mundo, indicó en un comunicado que un equipo encabezado por el canadiense Max Vermij determinará la causa probable del accidente e identificará a los presuntos responsables.
Los expertos sostendrán mañana una reunión con el equipo mexicano encargado de la investigación en las instalaciones de la Dirección de Aeronáutica Civil en la capital, donde tendrán "acceso a la información sobre los hechos relacionados con el accidente", desde la historia del vuelo y el aparato hasta las condiciones meteorológicas y las lesiones fatales de los ocupantes.
El bufete, que representa a la familia de Jacob Yebale, el maquillador de la artista que murió en el percance aéreo registrado el 9 de diciembre en el norte de México, indicó que esa información ayudará a establecer las posibles causas del accidente.
Mónica Kelly, abogada de Ribbeck Law, dijo que aún están "muy lejos de determinar la causa" del percance, pero que el análisis de la evidencia les permitirá conocer por qué el Learjet 25 se desplomó.
"Tenemos que saber exactamente lo que pasó (…) para que nuestra familia pueda dar fin a todo esto", dijo Antonia Yebale, la hermana mayor del maquillador, de acuerdo con el comunicado del despacho, y aclaró que su familia no está involucrada en la demanda presentada contra la empresa de la llamada "La Diva de la Banda".
"No hay dinero en el mundo que pueda traer de regreso a mi hermano. Jenni no causó el accidente. Tomar dinero de sus hijos huérfanos es destructivo y no ayuda a nadie", aseveró.
Kelly explicó que "es demasiado pronto e irresponsable presentar cualquier tipo de demanda en contra de nadie en este momento", ya que no tienen evidencia concreta sobre qué o quién es el responsable del accidente.
Recordó que la firma inició el 2 de enero pasado un proceso en los tribunales de Chicago en contra de Bombardier Aerospace Corporation y Learjet, fabricante del aparato accidentado, para obligarles a entregar toda la documentación existente sobre el avión.
La firma quiere saber quién era el propietario, operador y encargado del mantenimiento de la aeronave, así como los fabricantes de piezas y componentes.
"No vamos a dejar piedra sin mover, y así exitosamente lograr nuestro objetivo de descubrir y establecer todo desde el principio" para que los demandados puedan realizar las modificaciones necesarias de seguridad y dejen de funcionar de manera imprudente, añadió.
El avión era un modelo de 1969 con casi 43 años cuando se estrelló la madrugada del 9 de diciembre en una sierra al norte de México. Además, el piloto tenía 78 años y al parecer tenía restricciones para realizar vuelos nocturnos, mientras que el copiloto solo tenía 20 años. /EFE
(KC)