Dadniuska Aristigueta
Parientes relataron que el referido día el hombre salió de su casa hacia el hospital Miguel Pérez Carreño, para tratarse una amibiasis que estaba padeciendo desde hace tres días. Al salir, se percató de que un despliegue del Faes estaba presente en la zona realizando un operativo para dar con la captura de un hombre, de identidad desconocida, quien presuntamente se les había escapado.
A Ramírez lo abordaron dos funcionarios, uno de ellos le pidió su cédula de identidad y al revisar sus datos le dijo al su otro compañero que era él a quien andaban buscando. Se lo llevaron hasta una casa abandonada del sector y le propinaron un disparo a quemarropa en el pecho.
El hombre fue trasladado al referido hospital por los efectivos policiales, pero ya estaba muerto.
Allegados de Galvis presumen que su asesinato se debió a una venganza, pues en noviembre de 2017, la víctima sostuvo una discusión con un funcionario del cuerpo policial que reside en el sector y este se “la juró”. Declararon que el funcionario amenazó a Ramírez y le advirtió que si no abandonaba su casa y se mudaba del sector arremetería contra él.
Otro efectivo del mismo cuerpo también amenazó a su esposa. Hace un mes miembros de este equipo de seguridad perteneciente a la PNB ingresaron a la casa de Galvis y se llevaron varias pertenencias.
La víctima era comerciante, además, hacía trabajos de plomería y albañilería , era padre de dos hijos de 13 y 4 años de edad. Su cuerpo aún permanece en el Pérez Carreño porque la morgue solo tiene una furgoneta y está averiada.
2018-04-04