Un iraní condenado a muerte por asesinato fue ahorcado hoy en público en la localidad de Orumieh, informó el fiscal general de esa ciudad del noroeste de Irán, Emam Ali Bagai.
En declaraciones difundidas por la agencia oficial de noticias iraní IRNA, Bagai explicó que el hombre, de 20 años, asesinó con una espada al dependiente de una tienda de zapatos en Orumieh, el 3 de noviembre pasado.
Irán, con 676 ejecuciones en 2011, fue el segundo país del mundo en cuanto a aplicaciones de la pena de muerte, por detrás de China y por delante de Arabia Saudí, según organizaciones internacionales.
En un informe reciente, el relator especial de la ONU para los Derechos Humanos en Irán, Ahmed Shahid, mostró su preocupación por el hecho de que la República Islámica haya multiplicado casi por siete las ejecuciones desde 2003, cuando se contabilizaron cien.
Shahid indicó que el 81 % de las penas de muerte en Irán en 2011 se relacionó con el tráfico de drogas y reclamó al Gobierno de Teherán una moratoria de las ejecuciones para todos los delitos, que conmute aquellas pendientes por lapidación y prohíba la ejecución de menores, como establece el derecho internacional.
En Irán, un estado teocrático musulmán chií, rige una interpretación de la ley islámica (Sharía) por la que se condena a muerte a asesinos, violadores, narcotraficantes y a quienes atentan contra la ley de Alá y la República Islámica. EFE