Erick S. González /Armando Altuve
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Las bandas delictivas no sólo azotan las calles de Venezuela, sino también en las redes sociales. Los expertos en el área criminalistíca coinciden en que la apertura de cuentas en las redes sociales como Twitter y Facebook ponen sobre relieve el clima del impunidad que prolifera en el país.
Carlos Nieto Palma, abogado y coordinador de la ONG “Una Ventana para la Libertad”, considera que esta situación no es novedosa, pues en las cárceles del país las grupos criminales tienen acceso a la tecnología.
Nieto Palma asoma que la comunicación entre los delincuentes y los funcionarios públicos y de seguridad evi- dencia el poder y el control que tiene las bandas. “Ellos ya no tienen miedo, esto es una reproducción exacta de los que sucede en las cárceles pero en la calle, con más libertades”, apunta.
El ex jefe de la División de Homicidios de la antigua Policía Técnica Judicial (PTJ), comisario Luis Godoy afirma que el uso de las redes sociales por delincuentes ha demostrado su poder y han retado a las autoridades que, a su juicio, han tenido un rol pasivo ante los actos delictivos de las bandas.
“Supongamos que las personas que manejan el Twitter son delincuentes que amenazan a políticos, eso revela que la impunidad en el país ha llegado hasta el límite, lo que ha llevado a los antisociales a hacer lo que desean, a sabiendas de que no van a ser capturados”, precisa.
Godoy cree que si no hay autoridades que identifiquen a los malhechores y los coloquen a la orden de la Fiscalía, para ellos les es más fácil amenazar. “El Gobierno le sigue dando espacio a la delincuencia”, sostuvo.
Javier Gorriño, criminólogo y ex comisario del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalística (Cicpc), dice que los grupos hamponiles conocen su po-der en cuanto a armamento, posicionamiento, e incluso al enfrentarse con los organismos de seguridad y funcionarios del Gobierno.
¿Palito ‘e romero?
Los expertos concuerdan en que las autoridades tienen las facultades para identificar a los criminales que usan las redes sociales para amedrentar.
“Sabemos que existen personas que han estado detenidas por informaciones que han escrito a través del Twitter. Estos administradores que pudieran estar trabajando encubiertos con la parte delictiva y amenazan a efectivos policiales y políticos ya deben estar identificados y tras las rejas”, subraya Godoy.
Señala que el organismo de investigación para el seguimiento de las cuentas es el Cicpc, a través de la Dirección de Informática. Sin embargo apunta que otros entes, como el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), y la Dirección General de Contrainte- ligencia Militar (Dgci), también pueden actuar.
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