El presidente de la República, Nicolás Maduro, denunció que la violencia en la Asamblea Nacional, ocurrida el martes de esta semana, formaba parte de un plan para buscar la intervención extranjera en el país.
"Ellos trajeron la provocación a la Asamblea, tenían un objetivo: generar la noticia de violencia para el mundo”, dijo Maduro, durante una reunión con los consejos comunales en el estado Miranda, donde este jueves realiza una jornada del Gobierno de Calle.
El mandatario señaló que esta acción estaba vinculada a planes de violencia programados por la derecha para las marchas del 1º de mayo, con motivo del Día Internacional del Trabajador. Por esa razón -dijo- cambió el rumbo de la movilización revolucionaria.
“Ellos tenían planes para enfrentar pueblo contra pueblo”, precisó. Y añadió que buscaban la creación de una presunta matriz de violencia y crisis en el país: “Primero, violencia en la Asamblea; después, violencia en la calle, intervención de Venezuela”.
“Son planes macabros de la derecha fascista venezolana”, ratificó Maduro.
Este miércoles, el Gobierno presentó pruebas contundentes de actos de violencia de la derecha en la Asamblea Nacional.
Maduro informó que los diputados de la bancada opositora "llegaron con unos aparatos, paralyzer, que es un gas para echárselos en la cara a los diputados, con unas cornetas, violando el reglamento de la Asamblea Nacional. Ellos empezaron a agredir primero a Diosdado Cabello, quien se quedó tranquilo, imperturbable".
“Los responsables de eso son el diputado Julio Borges y el traidor Ismael García”, precisó./AVN