AP
El tribunal de crímenes de guerra de Serbia condenó el martes a nueve exmiembros de grupos paramilitares por los brutales asesinatos de más de 100 civiles albaneses durante la guerra de Kosovo.
Las penas fueron de entre dos y 20 años de prisión.
Los delitos del grupo paramilitar "Los chacales" incluyen la masacre de 41 personas en el pueblo kosovar de Cuska, donde los serbios reunieron a los pobladores, los robaron y separaron a las mujeres y los niños de los hombres, para después encerrar a los hombres en una casa y prenderle fuego.
Los crímenes en Cuska y otros tres pueblos en el oeste de Kosovo en mayo de 1999 fueron algunos de los más brutales del conflicto entre 1998 y 1999 que provocó la muerte de 10.000 personas después de que independentistas albanokosovares se rebelaron contra el dominio serbio. La brutalidad de la represión serbia llevó a la OTAN a intervenir con ataques aéreos para detener la guerra.
Rexhep Kelmendi, uno de los tres sobrevivientes de la masacre de Cuska, recibió el martes con beneplácito los veredictos, pero dijo que se quedaron cortos para aliviar la angustia que las familias han sufrido durante más de una década.
"Creo que el dolor nunca se irá", dijo Kelmendi.
El principal funcionario de defensa de Kosovo, Agim Ceku, cuyos familiares fueron asesinados, dijo que los veredictos no son suficientes para superar las diferencias entre Serbia y Kosovo, que declaró su independencia en 2008. Culpó a los altos dirigentes serbios de la época de lanzar una campaña violenta contra los albaneses étnicos.
"Esta no es una masacre perpetrada por un grupo de paramilitares que hizo esto por su cuenta", dijo. "Esta es una masacre que fue planeada y ejecutada por el Estado de Serbia".
La juez Snezana Nikolic Garotic dijo en su fallo que los civiles fueron atacados con el fin de obligarlos a abandonar Kosovo y nunca volver. Las propiedades de los civiles fueron destruidas para que no tuvieran ningún lugar al cual regresar, añadió.