Familiares de los fallecidos en el incendio de la discoteca brasileña Kiss resaltaron sus virtudes, como su alegría y tranquilidad, en medio del dolor reinante en el gimnasio municipal al que han sido trasladados los cadáveres para su identificación.
Por ejemplo, Micael, un primo de Vinicius Montardo Rosado, dijo al diario O Globo que su familiar, estudiante de Educación Física, trabajaba como voluntario con personas mayores en un proyecto del Ayuntamiento de Santa María.
Mientras, un hombre identificado como Aldeci, tío abuelo de Vinicius, dijo de este que era "un joven muy firme, alegre, preocupado por todo el mundo".
Como una chica "tranquila, joven y guapa" recuerda a Isabella Fiorini, de 19 años, su tía Dione, quien estuvo llamando hoy a los hospitales de Santa María, en el estado de Río Grande do Sul, en busca de informaciones sobre su sobrina, hasta que les avisaron que su cadáver estaba en el gimnasio municipal de deportes.
Fiorini, que estudiaba Veterinaria, falleció junto a su amiga y compañera de piso, Thaís Zimmermann.
Historias como esas repiten en medio del llanto los parientes de los fallecidos mientras comparten su dolor con otras familias en el tanatorio improvisado en el gimnasio municipal.
El incendio en la discoteca, ubicada en la ciudad brasileña de Santa María, dejó hoy, según el último parte oficial, al menos 233 muertos y 106 heridos, en la peor tragedia de su tipo ocurrida en los últimos cincuenta años en Brasil.
El incendio se originó hoy hacia las 2.30 hora local (4.30 GMT) cuando un integrante de la banda Gurizada Fandangueira, que se presentaba en la discoteca, encendió un equipo de fuegos pirotécnicos y una chispa alcanzó el aislamiento del techo. /EFE
(KC)