En redes sociales como Facebook se hace frecuente la oferta de una vida mejor, pero en realidad, termina en un problema para la victima al perder su condición legal en otro país y estar obligada, por las circunstancias a ser un esclavo de bandas delictivas.
Según el director del Instituto de Ciencias Penales, Criminológica y Criminalística de la Universidad Santa María, Fermín Mármol García. La trata de personas involucra la materialización de delitos de la delincuencia organizada que “procuran victimas vulnerables. Mayoritariamente niños, adolescentes y mujeres que tienen niveles culturales y educativos bajos. Así como la constitución de hogares o familias fracturadas que impiden su sostenimiento”.
A esto se le une que en el país creció la pobreza, “merman las oportunidades laborales, una deserción escolar que genera un panorama desalentador. Los jóvenes venezolanos no pueden tener como destino la cárcel o el cementerio por ser víctimas o victimarios. Y entonces apelan un destino que es la diáspora”.
En ese grupo que sueñan con bienestar son víctimas de depredadores, de una trama transnacional que los capta de manera fácil.
Cómo trabajan
Explicó que en el modus operandi, los victimarios se muestran como “amigos”, “con empatía, de la misma nacionalidad, mostrando el éxito que tuvieron. Indicando que ellos así lo hicieron en el pasado, y que ahora ayudan a otras personas para que migren del país y que puedan trabajar en mejores circunstancias”.
Un joven que no tiene de sostén a padres y madres, y de experiencia de vida tiene muchas precariedades, “observa a un hombre o una mujer, bien vestidos, bien hablados, que lo invita almorzar, a cenar que le regala prendas de vestir, que le indica que también emigró, que le fue bien y que pertenece a esta empresa presunta que requiere emplear a una juventud”.
Señaló que la trata de personas puede tener una finalidad sexual, pero también puede ser una esclavitud moderna laboral. “O más grave que esa trata genere la extracción de órganos que pueden o no comprometer la vida”.
Mencionó que los delincuentes venezolanos tienen conexiones con extranjeros, que son receptores de “mercancía humana”. Sea Colombia, Trinidad y Tobago, Haití, República Dominicana, Panamá, España o inclusive países de Europa del este.
El sometimiento se genera porque al traspasar las fronteras del país “llegas a otro nación en condición de ilegal. Aparte el pasaporte de la víctima desaparece, pero además la conexión con el país de origen es precaria”.
Esta situación se presenta en los estados Sucre, Anzoátegui, Zulia es una captación directa sin usar redes sociales, dan vueltas en liceos, bares, sitios de trabajo precario.
Recomendaciones
Marmol García aconseja al Estado apoyar a las Organizaciones No Gubernamentales para que las condiciones sociales mejoren. Superar la paternidad irresponsable, el embarazo precoz, la deserción escolar y lograr la fuente de empleo para jóvenes. Generar la confianza para que se puedan acercar a las instituciones para denunciar los casos.
El experto sugiere campañas masivas por los medios de comunicación para las buenas costumbres. Convivencia ciudadana, respeto al adulto mayor, prevención sexual, incentivando la denuncia de delitos para que el mensaje pueda llegar.
DATO
Propone una Encuesta de Victimización donde participen Organizaciones No Gubernamentales y Universidades para detectar los casos donde pueda presentarse trata de personas y articular una solución.
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