Al menos siete personas murieron en choques entre policías y seguidores del movimiento separatista del sur del Yemen en la ciudad meridional de Adén y sus alrededores, informaron fuentes médicas y de seguridad.
Los agentes de seguridad dispararon al aire desde vehículos blindados y emplearon gases lacrimógenos para dispersar a los separatistas, que habían intentado impedir, como en otras ocasiones, un acto organizado por el partido islamista Islah (Reforma) en la plaza de Urud, en Adén.
Las fuentes detallaron que una persona falleció y cuatro resultaron heridas en los choques en esa plaza, al tiempo que hubo otro muerto y tres heridos en enfrentamientos similares en el barrio de Kriter, en el centro de la ciudad.
Después de que las fuerzas de seguridad dispersaran a los manifestantes de la mencionada plaza, miles de personas acudieron a lugar, como tenían previsto, para celebrar el primer aniversario en el poder del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, que tras un año de revueltas fue elegido en febrero de 2012.
Posteriormente, grupos de hombres armados pertenecientes al movimiento separatista dispararon contra los participantes en el aniversario y mataron a un adolescente e hirieron a otras cuatro personas.
Entretanto, en la ciudad de Dalea, ubicada a unos 100 kilómetros al norte de Áden, perdió la vida un policía y otro sufrió heridas en un ataque lanzado por separatistas contra la sede del Gobierno local.
Las mismas fuentes revelaron que un agente del orden y dos separatistas fallecieron en enfrentamientos en la zona de Senah, próxima a Dalea.
Los choques estallaron cuando la policía intentó retirar una barrera puesta por hombres armados en la carretera que conduce a Adén para impedir el paso de los autobuses que transportaban a seguidores del partido Al Islah al aniversario presidencial.
Por su parte, el mandatario yemení advirtió a los separatistas en un discurso, en la clausura de un congreso de altos cargo de la Policía yemení, de la inutilidad de seguir la senda de la violencia.
"Decimos a quienes no han comprendido los cambios ni la nueva realidad que vive el Yemen, que sus llamamientos a la lucha armada no serán útiles", subrayó el mandatario.
El nuevo jefe de Estado yemení sustituyó a Ali Abdalá Saleh, que accedió a dejar el cargo tras rubricar un acuerdo auspiciado por el Consejo de Cooperación del Golfo.
Los partidarios del movimiento del sur acusan al partido Islah de apoyar al Gobierno central de Saná para mantener la unidad de las dos partes del Yemen, que se convirtieron en un solo país en 1990. /EFE