El próximo estreno de F1 revive las comparaciones con Top Gun: Maverick al compartir director (Joseph Kosinski) y guionista (Ehren Kruger), además de reunir a Brad Pitt y Tom Cruise por primera vez desde Entrevista con el vampiro (1994).
Aunque rumores históricos sugerían tensión entre ambos por sus distintos métodos de trabajo, Pitt desmintió conflictos y bromeó sobre una condición clave para futuros proyectos: «Mejor cuando vuelva a hacer algo en tierra», afirmó el ganador del Oscar, añadiendo con ironía: «No voy a colgar mi trasero en un avión».
Esta declaración surge mientras Cruise apoyó públicamente F1, filme producido por Pitt bajo su sello Plan B Entertainment y que enfrenta altas expectativas: con un presupuesto de 300 millones, necesitaría recaudar 800 millones para ser rentable. En la cinta, Pitt interpreta a un expiloto que regresa para salvar el equipo de Javier Bardem, conflicto que refleja su dinámica con el joven Damson Idris.
Sus agendas posteriores parecen distantes: Pitt prepara una serie con Tarantino y Fincher (2026) y un thriller de A24 (2027), mientras Cruise protagonizará Judy de Iñárritu en 2026, dejando abierta la posibilidad de un reencuentro cinematográfico si el proyecto respeta la peculiar condición terrestre de Pitt.
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