Seis meses después de sufrir un accidente cerebrovascular durante la grabación de un especial navideño en Madrid y ser diagnosticado con "linfoma cerebral", Raphael vuelve al Teatro Romano de Mérida este domingo tras cancelar su gira americana 2025, cumpliendo el pronóstico anticipado por Informalia el 5 de febrero donde se proyectó este retorno que él describe como un "renacimiento" frente a pronósticos adversos mientras enfatiza que no presenta secuelas según evaluaciones médicas que validaron su reincorporación artística.
El artista de 82 años rememora el episodio crítico revelando: "Nunca perdí el sentido. Me estaba dando cuenta de todo, aunque no podía responder" y destaca su colaboración con los especialistas: "Les digo: ustedes saben lo que tienen que hacer. Cuanto antes, mejor" sin experimentar miedo porque "no era consciente de lo que estaba pasando" en una trayectoria que incluyó un trasplante hepático en 2003 tras hepatitis por alcoholismo y que ahora celebra con la afirmación "Estoy muy bien. Milagrosamente bien" tras ensayar el concierto completo con músicos en la sede de la AIE aunque preserva en secreto la primera canción del repertorio.
Legado y proyectos futuros
Poseedor de 80 álbumes y distinciones como el disco de uranio (compartido con Queen o Michael Jackson), Raphael rechaza la jubilación declarando: "No me voy a ir todavía" e incluso bromea sobre su rol familiar: "Hasta mis nietos me llaman Raphael" mientras anuncia la grabación de un nuevo disco antes de fin de año fundamentando su resistencia en su conexión con el público: "La música vive conmigo. Y yo no sé vivir sin el escenario. Nada es comparable a eso" y aunque reconoce fatigas ocasionales ("Me acuesto, descanso y al día siguiente, sigo") subraya que solo le "fastidiaría" no poder volver a actuar reafirmando su identidad como artista perpetuo: "Yo sigo haciendo lo mismo que cuando tenía 20 años".
Visite nuestra sección Farándula
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube