La cadena de restaurantes Sticky's Finger Joint, famosa por su pollo frito de alta calidad, se declaró oficialmente en bancarrota, lo que significa el final de una etapa para uno de los negocios de comida rápida más originales de la última década.
Establecido en la ciudad de Nueva York en 2012, Sticky's Finger Joint experimentó un rápido ascenso en popularidad.
Esto se debió a su perspectiva distintiva, que combinaba salsas hechas a mano, una presentación imaginativa y un ambiente contemporáneo dentro del sector de la comida rápida, reseña La Semana.
El viernes, la empresa matriz comunicó mediante una nota de prensa que Sticky's Finger Joint ha comenzado el proceso de reorganización financiera acogiéndose al Capítulo 11 de la legislación de quiebras estadounidense.
Según el comunicado, la determinación de declararse en bancarrota se produjo tras "largos esfuerzos por estabilizar las operaciones, refinanciar deudas y encontrar inversionistas estratégicos", los cuales no dieron los resultados esperados.
¿Qué llevó a la quiebra a este restaurante pollo frito en Estados Unidos?
Para observadores del sector restaurantero, las dificultades económicas de Sticky's no resultan completamente inesperadas.
A pesar de haber logrado un crecimiento hasta superar las 20 sucursales en Nueva York, Nueva Jersey y Pensilvania, su veloz expansión, sumada a los elevados gastos de funcionamiento en zonas urbanas, finalmente se volvieron una carga insostenible.
Adicionalmente, destaca La Semana, la pandemia de COVID-19 impactó severamente al ámbito restaurantero, forzando cierres provisionales y un giro repentino hacia el servicio de entrega, un terreno en el que Sticky's no pudo competir de manera efectiva contra empresas con mayor trayectoria en ese formato.
El aumento en los precios de los insumos, particularmente el pollo y el aceite, también impactó negativamente las ganancias de la empresa.
A pesar de los esfuerzos por modificar los precios de la carta y ofrecer promociones para atraer clientela, Sticky's no consiguió detener un descenso continuo en sus ventas desde 2022.
Uno de los elementos más apreciados por su clientela, la diversidad de aderezos artesanales y propuestas culinarias innovadoras como el "Bacon Mac Sandwich" o las patatas fritas con miel y un toque picante, no bastó para mantener la lealtad de un público cada vez más sensible a los costos.
La intensa rivalidad en el sector de la comida rápida de alta calidad, encabezada por cadenas como Chick-fil-A y Shake Shack, finalmente colocó a Sticky's en una situación vulnerable.
La empresa ha informado que algunas de sus sucursales continuarán funcionando con restricciones durante el proceso de bancarrota, y está considerando la opción de vender algunos de sus bienes a partes interesadas.
No obstante, fuentes internas sugieren que es improbable que la marca perdure tal como se conoce actualmente.
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