El Artículo 161 del Código de Salud de la Ciudad de Nueva York regula la posesión de ciertos animales, destacando la prohibición de gallos en áreas residenciales.
Aunque algunos pueden considerarlos inofensivos, su presencia puede generar problemas significativos en la convivencia diaria. La normativa se basa en factores como el ruido constante que producen, especialmente durante las primeras horas de la mañana, lo que puede perturbar el descanso de los vecinos.
Además del ruido, los gallos representan riesgos sanitarios, ya que pueden ser portadores de enfermedades como la gripe aviar, que puede transmitirse entre animales y humanos, reseña El Diario de NYC.
Esta preocupación por la salud pública, junto con el impacto del ruido en un entorno urbano donde las viviendas están muy cercanas, ha llevado a la prohibición de estos animales en la ciudad, permitiendo su tenencia solo en zonas rurales o agrícolas.
Las multas
Las multas por tener gallos en Nueva York son severas, oscilando entre $200 y $2,000, dependiendo de la reincidencia y el impacto de la infracción.
Las autoridades sanitarias también pueden confiscar los gallos si se determina que su presencia afecta el bienestar del vecindario o si se sospecha que están en condiciones inadecuadas.
La ley busca equilibrar el derecho a tener mascotas con la necesidad de mantener la paz comunitaria y la salud pública.
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