La creciente adopción de préstamos de “compre ahora y pague después” (BNPL) entre los estadounidenses va en aumento desde hace unos días.
Según detalla New York Post esto se debe a la persistente inflación y las altas tasas de interés, lo que ha llevado a un aumento notable en la compra de alimentos mediante este método.
Según una encuesta de LendingTree, el 25% de los usuarios de BNPL utilizaron estos préstamos para adquirir alimentos en abril, un incremento considerable respecto al 14% del año anterior.
¿Qué refleja esta tendencia?
Este fenómeno refleja la lucha de muchos consumidores, especialmente de bajos ingresos, por extender su presupuesto frente a la incertidumbre económica y los aranceles impuestos por Trump.
Además, la encuesta revela que un 41% de los usuarios de BNPL pagaron sus deudas tarde el año pasado, un aumento del 7% en comparación con el año anterior.
Aunque este tipo de préstamos se considera una alternativa a las tarjetas de crédito, permiten a los consumidores dividir sus pagos en cuotas más manejables, aunque incurren en tarifas si se retrasan.
La tendencia se extiende incluso a servicios de entrega de alimentos como DoorDash, que están capitalizando la situación de aquellos que optan por aplazar sus pagos.
Los analistas advierten que la situación podría empeorar en el corto plazo, dado que no se prevén mejoras significativas en las condiciones económicas actuales.
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