Gabriel Hurtado-Cariaco, un inmigrante venezolano, podría enfrentar hasta 20 años de prisión si es declarado culpable de agredir brutalmente a un agente del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE).
El incidente ocurrió durante una operación en Nebraska, y Hurtado-Cariaco ha sido acusado de graves cargos federales por el Departamento de Justicia (DOJ).
Gabriel Hurtado-Cariaco, de 30 años, presunto integrante de una banca criminal, fue detenido el 18 de junio en Bellevue, Nebraska. Su arresto fue resultado de una operación conjunta entre el FBI y Seguridad Nacional (HSI).
Las autoridades sospechan que Hurtado, quien ingresó ilegalmente a Estados Unidos, estaba involucrado en actividades criminales relacionadas con esta peligrosa banda transnacional, reseña Mundo Deportivo.
El incidente que empeoró su situación legal ocurrió durante una parada de tráfico en el condado de Sarpy. Aunque al principio se mostró cooperativo, la situación cambió drásticamente cuando intentaron esposarlo.
Hurtado agredió violentamente a uno de los agentes, lanzándolo por los aires, lo que causó lesiones en la cabeza y el codo del oficial. Inmediatamente después, intentó estrangularlo, mientras otro agente federal intervenía para someterlo.
Aunque el acusado logró escapar por un breve tiempo, fue rápidamente rastreado y aprehendido en su apartamento. El agente herido recibió atención médica en un hospital, y el caso ha sido elevado a las autoridades judiciales correspondientes.
¿Cuáles son los delitos que le impusieron al inmigrante venezolano?
El 20 de junio, Hurtado-Cariaco compareció ante el juez federal Ryan C. Carson, donde se le imputaron dos cargos graves: intento de asesinato de un oficial federal y agresión a un oficial federal con lesiones corporales.
Si es hallado culpable, estos delitos conllevan penas severas, incluyendo hasta 20 años de prisión, una multa de hasta 250.000 dólares y tres años de libertad supervisada después de cumplir su condena.
Al respecto, la fiscal general Pamela Bondi emitió un comunicado contundente tras la detención, declarando que "el Departamento de Justicia no tolerará la violencia letal contra agentes del orden".
Bondi enfatizó que el migrante ha sido formalmente acusado de intento de asesinato, resaltando la gravedad de sus acciones.
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