Ocho inmigrantes, incluyendo a un ciudadano cubano, se encuentran confinados desde hace más de dos semanas en un contenedor adaptado dentro de una base naval estadounidense en Yibuti, tras un intento fallido de deportación a Sudán del Sur.
Este traslado fue detenido por una orden judicial que cuestiona la legalidad de enviar a personas a países de los cuales no son originarios.
¿En cuáles condiciones se encuentran estos inmigrantes?
Los detenidos, junto con los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas que los custodian, enfrentan temperaturas superiores a los 100 grados Fahrenheit.
También se encuentran ante la exposición constante al humo de fosas de incineración cercanas y la amenaza de ataques con cohetes provenientes de grupos terroristas en la región. Además, carecen de acceso completo a medicamentos esenciales y equipos de protección adecuados.
¿Cuáles son los desafíos legales presentes?
El juez federal Brian E. Murphy, con sede en Boston, dictaminó que la administración Trump violó una orden previa al intentar deportar a estos inmigrantes a Sudán del Sur sin brindarles la oportunidad de expresar sus temores sobre los peligros que podrían enfrentar en ese país.
A pesar de ello, el Departamento de Justicia ha solicitado a la Corte Suprema que permita reanudar las deportaciones rápidas a terceros países.
¿Cuáles son las implicaciones políticas y humanitarias?
Este caso se enmarca en una serie de medidas estrictas contra la inmigración implementadas por la administración Trump, que incluyen la deportación de inmigrantes a países distintos de su origen, incluso en circunstancias que podrían poner en riesgo su seguridad.
De acuerdo con el portal Telemundo, la situación ha generado un intenso debate sobre las políticas migratorias y el respeto a los derechos humanos.
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