Cualquier inmigrante mayor de 18 años que no porte evidencia del Registro de Extranjeros, establecido por el presidente Trump, enfrentará un delito menor.
Las sanciones incluyen una multa de hasta $5.000 o un máximo de 30 días de cárcel, o ambas. Esta medida, que afecta a todo Estados Unidos, tendrá un impacto significativo en Texas, un estado clave para la llegada de migrantes, reseña La Nación.
Los extranjeros obligados a registrarse deben notificar a USCIS sobre cualquier cambio de dirección dentro de los diez días posteriores a la mudanza, un trámite que puede realizarse en línea.
La agencia advirtió que aquellos que no cumplan con este requisito podrían ser deportados, a menos que puedan demostrar que su incumplimiento fue involuntario o justificado.
La Orden Ejecutiva 14159 del presidente Trump instruyó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a priorizar el cumplimiento de este registro.
Sin embargo, están exentos de registrarse los nativos americanos nacidos en Canadá, los miembros de la Tribu Kickapoo de Texas y aquellos que ya completaron el proceso al entrar al país.
También están excluidos quienes se encuentren en trámites de residencia, Estatus de Protección Temporal (TPS), Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), refugio, asilo o parole humanitario.
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