La administración del presidente Donald Trump impuso un nuevo estándar migratorio con la política "Catch and Revoke" (Detecta y Revoca), lanzada el 2 de mayo por el secretario de Estado Marco Rubio.
Según informó KSDY, la normativa establece que cualquier extranjero residente o visitante legal que infrinja la ley podría perder automáticamente su estatus migratorio.
Aunque la medida apunta principalmente a delitos como violencia doméstica o agresiones, expertos advierten que ya se han cancelado visas por infracciones menores, como multas de tránsito.
Controversia y preocupaciones por abusos administrativos
Rubio enfatizó que una visa es un privilegio, no un derecho, reforzando la postura del gobierno sobre el endurecimiento migratorio.
Sin embargo, David Bier, especialista en inmigración del Cato Institute, calificó la medida como “absurda”, afirmando que contradice los principios fundamentales del sistema migratorio estadounidense.
Asimismo, el medio señala que los efectos de esta política han comenzado a materializarse. En las últimas semanas, se han revocado visas estudiantiles a jóvenes que participaron en protestas pro-palestinas o incurrieron en faltas menores.
Algunas de estas revocaciones fueron revertidas tras demandas judiciales, lo que refuerza las críticas sobre el potencial uso arbitrario de la norma.
La implementación de "Catch and Revoke" forma parte de una ofensiva migratoria más amplia promovida por Trump en su segundo mandato.
Del mismo modo, organizaciones defensoras de derechos civiles advierten que esta política podría generar discriminación, facilitar abusos administrativos y contribuir a un ambiente hostil para residentes legales y visitantes internacionales.
Visita nuestra sección: Internacionales.
Mantente informado en nuestros canales de WhatsApp, Telegram y YouTube
