Durante tres días, el personal de una clínica en Orlando intentó convencer a una mujer con dolor abdominal de que fuera al hospital.
Sin embargo, ella temía una ley de Florida que exige preguntar sobre el estatus migratorio.
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A pesar de los esfuerzos de la clínica por explicar que los pacientes podían negarse a responder y aún recibir atención, el miedo era palpable. Finalmente, la mujer acudió a emergencias.
Florida y Texas están implementando leyes similares que afectan a los hospitales, en un contexto de políticas de inmigración más estrictas.
Leyes polémicas
Estas leyes han generado preocupación entre los grupos de defensa de inmigrantes, quienes advierten que podrían disuadir a las personas de buscar atención médica.
Los datos iniciales de Florida muestran que una pequeña proporción de pacientes se identifica como indocumentada, y los expertos advierten sobre la inexactitud de estos datos.
Ambos estados enfrentan un alto porcentaje de personas sin seguro médico y han desafiado las políticas federales de inmigración.
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Las leyes han creado barreras adicionales para quienes ya enfrentan disparidades en el acceso a la salud.
Se teme que la falta de atención preventiva agrave problemas de salud en la población inmigrante.
Con información de Independent.
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