Desde el primer sorbo, un buen chocolate caliente tiene el poder de evocar la calidez del hogar, la unión familiar y ese reconfortante espíritu navideño. En tiempos de frío, cuando los días se acortan y las noches invitan a quedarse en casa, preparar una taza de chocolate caliente se convierte en un ritual que trasciende sabores: es tradición, nostalgia y confort.
La fórmula perfecta para lograr ese sabor profundo y cremoso combina cacao, canela, buena leche y la suavidad del chocolate de mesa. Te compartimos la receta ideal para disfrutar en compañía de pan, churros o queso, pero también para vivir un momento cálido en soledad.
Chocolate caliente
Ingredientes para 4 tazas
1 litro de leche
1 tableta de chocolate de mesa
2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar
¼ de taza de azúcar
1 rama de canela
1 cucharadita de esencia de vainilla
1 pizca de sal
¼ de taza de crema para batir (opcional)
Crema batida, malvaviscos, canela molida o ralladura de chocolate (opcionales para servir).
Preparación
- En una olla grande coloca la leche junto con la rama de canela.
- Ponlo a calentar a fuego medio, cuidando que no llegue a hervir. Si buscas un chocolate más espeso, puedes añadir desde el principio la crema para batir.
- Trocea la tableta de chocolate de mesa para facilitar su disolución e incorpórala a la leche caliente. Remueve constantemente con una cuchara de madera o un batidor.
- Una vez que el chocolate se haya derretido, disuelve las 2 cucharadas de cacao en un poco de leche fría para evitar grumos y agrégalo a la mezcla.
- Añade también el azúcar y la pizca de sal.
- Mantén la preparación a fuego medio-bajo durante 8 a 10 minutos.
- Retira la canela, añade la esencia de vainilla y mezcla bien.
- Vierte caliente en tazas y, si lo deseas, decora con crema batida, malvaviscos, un toque de canela molida o ralladura de chocolate o queso. Así tendrás un chocolate navideño perfecto para compartir.
¡Buen provecho!
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