¿Buscas una forma efectiva de mantener tus frutas y verduras frescas por mucho más tiempo? El microbiólogo Marlon Toscano, conocido en redes como @mesabeaciencia, comparte un infalible truco para conservar frutas y verduras, que se apoya en una técnica de procesamiento de alimentos llamada escaldado o blanqueado.
Con este método, tus frutas y verduras durarán meses en el congelador, preservando su calidad. El proceso es sencillo, pero el cumplimiento estricto del paso a paso es clave para su éxito.
Paso a paso del blanqueado
- Lávala y desinfecta bien. Un método efectivo, como sugiere Toscano, es usar un mililitro de cloro por litro de agua. Este paso elimina suciedad y reduce la carga microbiana inicial en la superficie.
- Aplica un choque térmico. Sumerge las frutas o verduras en agua caliente, entre 50 y 60 grados Celsius por un minuto y luego pásalas rápidamente por agua fría. La razón: el calor inactiva las enzimas que son las responsables de acelerar el deterioro, la pérdida de color y la alteración del sabor de los alimentos después de la cosecha. Además, esta breve exposición a alta temperatura, seguida del enfriamiento inmediato, ayuda a reducir bacterias, hongos y virus que puedan estar en la superficie. Es esencial no sobrepasar el tiempo ni la temperatura para evitar cocinarlas demasiado.
Conservación y beneficios adicionales
Como truco extra, una vez secas, el microbiólogo recomienda guardar las verduras y frutas en porciones pequeñas y en recipientes de vidrio o bolsas herméticas para evitar las indeseadas quemaduras por congelación (deshidratación que daña el tejido).
Para simular un empaque al vacío, un método práctico es sumergir la bolsa en agua y presionar para sacar el aire antes de sellarla.
Ya en el congelador, las verduras y frutas se conservan hasta por 6 meses, preservando notablemente su color, su textura y sus nutrientes.
Esta forma de conservación funciona excelente con vegetales de textura firme y algunas frutas, como zanahorias, brócoli, caraotas o arvejas, mango y fresas.
Caso contrario ocurre con las hojas, como la lechuga o espinacas frescas, ya que la aplicación de calor puede cambiar irreversiblemente su color, sabor y textura, volviéndolas blandas. En su lugar, las hojas suelen congelarse sin blanqueado o con un escaldado muy breve (menos de 60 segundos) si se van a usar cocidas.
El blanqueado es una práctica estandarizada que maximiza la vida útil y la calidad organoléptica de los alimentos congelados. Además, es una forma inteligente de reducir el desperdicio de alimentos.
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