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El uso y abuso de los juegos de video es considerablemente alta por parte de la población infantil y juvenil. Los adelantos tecnológicos ofrecen una nueva modalidad de distracción que, aunque pueda parecer inofensiva, ha sido motivo de diversos estudios clínicos que aseguran que el uso excesivo de los videojuegos puede causar severos daños cerebrales y motores.
Consecuencias nocivas
Ataques convulsivos y epilépticos pueden derivar del uso constante y prolongado (durante tres horas o más) de los videojuegos. Asimismo, trastornos de tipo motor generados por el uso de controles, palancas, teclados y otros dispositivos electrónicos involucrados en la actividad.
Según una investigación efectuada en la Universidad de Yale en Estados Unidos, se estima que entre el 7 y el 11% de los jóvenes que se recrean con videojuegos la mayor parte de su tiempo libre, presentan problemas de tipo conductuales, como depresión, fobia social y estados de ansiedad, que interfieren en su entorno social, familiar y escolar.
Aunque tienen más popularidad entre los varones, también cuentan con público femenino, y precisamente son las niñas y adolescentes las que resultan más afectadas en cuanto a trastornos de la salud producto de excederse en su uso.
¿Adictos?
Indicios de que este tipo de recreación se ha vuelto adictiva y está perjudicando la salud mental y física de tu hijo:
No hace las tareas del colegio ni colabora con los quehaceres del hogar por el afán de los videojuegos.
Prefiere los videojuegos antes de salir a jugar con sus amigos.
Permanece hasta altas horas de la noche recreándose con los juegos de video.
Presenta episodios de dolores de cabeza y nauseas sin motivo aparente.
Has descubierto mentiras acerca del uso de los videojuegos.
Reglas claras
Con respecto al uso precavido de los videojuegos en el hogar y fuera de él e interesarte más sobre las preferencias de tu hijo en cuanto a ellos (¿qué tipos de videojuegos usa? ¿Con quién se reúne para jugarlos?), te permitirá abordar con más certeza cualquier conducta que percibas y te parezca inadecuada.
Recuerda que la comunicación completa y oportuna con los niños y, en especial, con los adolescentes es la clave para detectar a tiempo cualquier factor que interrumpa su sano desarrollo.
Consejos
Ante el uso de estas herramientas de juego y con el fin de prevenir los daños que podría causar en tu hijo, ten en cuenta lo siguiente:
Establece un horario moderado para jugar, entre tres y cuatro días a la semana, máximo dos horas al día.
Anímalo e incentívalo a realizar otras actividades que también puedan resultarle divertidas, tales como la práctica de algún deporte.
Exígele que termine las tareas y los quehaceres del hogar que le hayas dispuesto antes de jugar.
Explícale que si no acata tus reglas no permitirás que use los videojuegos.
2020-08-20
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