Los colores son uno de los elementos más importantes a la hora de crear un ambiente en un espacio. En esta temporada hay una paleta de colores variada y vibrante, que reflejará diferentes estados de ánimo y personalidades.
Por un lado, los tonos terrosos, como el ocre, el terracota o el verde oliva, aportarán calidez, naturalidad y serenidad a los espacios. Estos colores son ideales para crear zonas de relax, como el dormitorio o el salón.
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Por otra parte, los colores vivos, como el azul eléctrico, el rosa fucsia o el verde limón, darán un toque de energía, creatividad y alegría a los espacios. Estos colores son perfectos para estimular la mente, como el despacho o la cocina.
Materiales naturales y reciclados
La conciencia ecológica y la responsabilidad social están presentes en las tendencias de materiales en 2024.
Los materiales naturales, como la madera, la piedra, el bambú o el corcho, se utilizarán para crear muebles y objetos decorativos con un aire artesanal y orgánico. Estos materiales aportan textura, calidez y personalidad a los espacios, además de ser respetuosos con el medio ambiente.
Los materiales reciclados, como el plástico, el metal o el papel, se transformarán en elementos innovadores y originales, como lámparas, marcos o revestimientos. Estos materiales contribuyen a reducir el impacto ambiental de la decoración, y aportan un toque de diseño y modernidad a los espacios.
Espacios multifuncionales y flexibles
Con el aumento del teletrabajo y la necesidad de optimizar el espacio, los espacios multifuncionales y flexibles han ganado terreno.
Los espacios deben ser capaces de adaptarse a diferentes usos y actividades, como trabajar, descansar, comer o reunirse. Para ello, se utilizarán muebles modulares, como sofás convertibles, mesas extensibles o escritorios plegables, que permiten cambiar la configuración del espacio según las necesidades del momento.
También se emplearán elementos separadores, como biombos, cortinas o estanterías, que permiten crear distintos ambientes dentro de un mismo espacio. La clave será crear espacios cómodos, prácticos y versátiles, que se puedan transformar fácilmente.
Estilo retro-modernista
Este estilo se inspira en las décadas de los 50, 60 y 70, recuperando formas geométricas, colores atrevidos, estampados llamativos y acabados brillantes. Al mismo tiempo, se incorporan elementos modernos, como la tecnología, la iluminación creativa o los materiales innovadores.
El resultado es un estilo que fusiona lo mejor del pasado y del presente, creando espacios con carácter, personalidad y elegancia.
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